domingo, 27 de noviembre de 2011

Sierra del Rey. Cerro Castejón. Viernes, 25 de noviembre de 2011.

Comentarios: Antonio Arana.
Fotografías: Antonio Arana.

Hoy le vamos a robar unas cuantas horas a la mañana del viernes para hacer una corta aunque preciosa ruta entre Riogordo y Alfarnatejo. Se trata de la Sierra del Rey. Se encuentra situada al sur del colosal Chamizo (1.641 metros de altitud), perteneciente a la Sierra del Jobo; y al oeste de los "casi" inexpugnables Altos del Sábar (Fraile, Doña Ana y Tajo de Gomer).


Doña Ana, Tajo de Gomer y Castejón (en el centro).

La Sierra del Rey está formada por dos picos. El más occidental tiene 987 metros de altitud y, el oriental, 972 metros, siendo éste, sin embargo, el que queda reflejado en los mapas con el nombre de Cerro Castejón.


Sierra del Rey. Al fondo, la Sierra de Camarolos y Sierra Prieta.

Encontramos a un pastor que nos pregunta hacia dónde nos dirigimos. Le respondemos que al Cerro Castejón y se queda con cara de circunstancias diciendo que no tiene ni idea de dónde se encuentra ese cerro. Le damos referencias y aparece una mirada viva en sus ojos y una gran sonrisa "¡Ah...! en estas tierras se le conoce como "el 5" porque hay seis lindes y la quinta pasa justamente por la cima de dicho cerro". Nos da algunas referencias (aunque ya es la quinta vez que lo subimos) y se lo agradecemos, despidiéndonos de él.

Encontramos unas grandes tablas rocosas que nos recuerdan a otras semejantes del Torcal de Antequera con una gran presencia de ammonites. Y, para sorpresa nuestra, Pepe encuentra la huella de uno de gran tamaño.


Huella de ammonite.

Y a unos metros, aparecen los "bichejos" incrustados en las rocas. Es la primera vez que los veo en esta sierra. Y eso me hace pensar en el poema de José Saramago "El viajero vuelve al camino" que podéis encontrar en la portada de este blog. Leedlo. Es muy bueno. Por muchas veces que hagamos una ruta, nunca será la misma. Siempre encontraremos cosas nuevas que no vimos antes y que estaban ahí.


Ammonites.

Y, muy cerca de ellos, podemos apreciar fósiles de belemnites cuya forma ha dado origen a los nombres populares de "balas de moro" o "puntas de rayo" ya que se creía que se formaban cuando un relámpago tocaba la tierra.


Fósil de belemnite.


Fósil de belemnite.

Ammonites y belemnites vivieron en los períodos Jurásico (199 millones de años) y Cretácico (145 millones de años), extinguiéndose juntamente con los dinosaurios hace 65 millones de años.
Voy a colocar abajo un dibujo de cómo pudieron ser los belemnites, íntimamente emparentados con los calamares y sepias.


Belemnites.

Seguimos nuestro paseo y ya aparece ante nosotros la cumbre redondeada del Cerro Castejón, rodeado de encinas.


En primer plano, el Cerro Castejón. Al fondo, los Altos del Sábar.

Encontramos múltiples rocas con formas exokársticas por disolución de la caliza, como el lapiaz de canalillos de la fotografía inferior.

Lapiaz de canalillos.

Aparecen a nuestros pies algunas setas. Ya sabéis que no sé nada sobre ellas. Es una asignatura pendiente que he intentado aprobar varias veces sin resultado alguno.


Seta... ¡así de claro...!

Buscando en mis guías sobre Micología encuentro una parecida a la de la foto. Podría ser la Psathyrella stipatissima (psatirela apretada) pero no tengo ni la más remota idea. ¡Palabrita!
Los entendidos en setas del Grupo Andax son Inma, Fernando y Antonio Correa, los tres granaínos, claro. Ellos probablemente le pondrían el nombre adecuado al pie de foto. Y, ahora, os voy a poner los dientes largos a los "seteros" con una foto de una "setilla" que ha encontrado Inma hace unos días.



La "deseada".

Es una única seta de 1.987 gramos y 40 centímetros de diámetro mayor. Y lo mejor... que es comestible. No fue la única que encontró aunque sí la más grande. ¡Enhorabuena, Inma!

En la cumbre de la Sierra del Rey nos llama la atención una marca grabada en la roca que no sabemos qué significa. La estudiamos durante unos minutos hasta que Francis dice muy seguro que es un "5". Y tiene sentido. Es la marca de la linde de la cual nos había hablado el pastor.


Cumbre del Cerro Castejón.

La primera vez que estuvimos en el Cerro Castejón fue en 1995. Y nos llamó la atención una pequeña encina creciendo en una grieta en la roca. Dieciséis años después, la encina parece estar completamente atrapada en la grieta aunque no sé si con su poder, al crecer, es ella la que mantiene en jaque a la roca.


Encina en la cumbre del Cerro Castejón.

Desde la cumbre de este pico se pueden contemplar perfectamente los tres picos conocidos como Altos del Sábar, La Sierra del Jobo, la Sierra de Camarolos y la Sierra del Co. Al noroeste, a los pies del Cerro Pelado (perteneciente a la Sierra de Camarolos) puede apreciarse una caótica formación de rocas de color anaranjado desprendidas de la parte sur del pico. Justamente en esta zona se encontraba la Laguna del Hundidero donde hace muchos años fotografiaba los tritones. Y digo "se encontraba" porque hace un par de semanas, Pepe y yo fuimos a ver en qué estado se encontraba y estaba totalmente seca y colmatada. Probablemente el movimiento de tierra que se viene realizando en un plano inferior a la misma, ha hecho posible el drenaje de la laguna con este nefasto resultado.


Rodadero y Pelado. Abajo, el pico oeste de la Sierra del Rey.


Cumbre del Cerro Castejón.

En los alrededores de la cumbre hay extendidos restos de cerámica medieval. Y mi mente comienza a pensar en que el nombre de "Castejón" podría equipararse de alguna manera al de "castillo". Consultando la toponimia, el apelativo castejón es el resultado de la forma del latín vulgar "castellionem" (literalmente, "castillo pequeño"). Y es sensato pensar que en la cumbre de este pico existiera un pequeño castillo ya que ocupa una posición estratégica en el Corredor Periana-Colmenar, conocido antiguamente como "Campo de Cámara" (del árabe, Fashs Qamara). Pero creo que me estoy yendo por los Cerros de Úbeda...


Cerámica medieval.


Altos del Sábar.


Track de la ruta.


Perfil de la ruta.

La ruta ha consistido en un delicioso paseo de dos horas y media, con un recorrido de apenas 3.5 kilómetros, para hacerlo sin prisas una mañana en la que no sepamos qué hacer.


La próxima ruta será en tierras granadinas.


domingo, 6 de noviembre de 2011

Vía Ferrata del Camorro Alto. Sábado, 22 de octubre de 2011.



Comentarios: Antonio Arana.
Fotografías: Juanlu y Antonio.

Hoy queremos conocer la Vía Ferrata del Camorro Alto. Y, a ser posible, hacerla.
El Camorro Alto es una montaña de 1.378 metros que se encuentra al suroeste de Antequera. Es el punto más elevado de la Sierra de Chimenea, separada del Torcal por el Puerto de la Escaleruela.


Camorro Alto.

Venimos de avanzadilla Juanlu, Javi, Lute y yo. Si encontramos la vía ferrata y por su grado de dificultad está al alcance de los componentes del grupo, la programaremos pronto.


"Avanzadilla" y Camorro Alto.


Juanlu tan bromista como siempre.

El acercamiento es fácil con las referencias que llevo de la situación de la vía. Aunque aparece un problema ¿inesperado?: ¡comienza a llover suave aunque continuamente! La noche pasada me llamó Juanlu para advertirme de la probabilidad de lluvia y le dije que ¡adelante! Todo lo más que podría pasar es que desistiéramos del intento de hacer la vía ferrata.
Y aquí nos encontramos, al mismo pie del macizo rocoso, ya localizada la "escalera de hierro" y lloviendo.
Miramos el trazado de la ruta y es estremecedor. Los primeros 20 metros tienen un desplome vertical, las grapas de hierro están mojadas e, incluso, vemos alguna de ellas rota. ¡Y son 70 metros totales de vía y con una tirolina intermedia...!


Primeros metros de la vía ferrata.

Decidimos esperar un poco con el equipo ya colocado (cascos, arneses, cuerdas y mochilas con diverso material de escalada). Pasan 5 minutos. Y otros 5. Y otros 5 más... y la fina lluvia no para.
Hablamos y estamos de acuerdo en iniciar la ruta valorando sobre la marcha seguir o regresar.


Javi iniciando el ascenso.

Cuesta un poco de trabajo llegar al primer escalón de hierro, introducido en una grieta.
Lute sigue a Javi en la ascensión.



Javi y Lute abriendo camino.

Yo asciendo detrás de Lute. Lo oigo protestar a unos metros por encima de mi cabeza diciendo que no tiene fuerza en los brazos y que se encuentra muy cansado, asombrado de que eso le esté pasando a él. Lute tiene una impresionante fuerza natural (no desarrollada en gimnasio).


Menda tras pasar un escalón de hierro roto.

Lute continúa resoplando cabreado con él mismo mientras que yo comienzo a notar una intensa contractura en los tendones de mis antebrazos. ¡Ahora comprendo a mi compañero!
Juanlu me dice que me asegure con la daga y deje caer los brazos para relajarlos. Lo hago pero no da resultado. Siento una gran tensión en los antebrazos, como si estuviesen a punto de romperse.
Intento seguir ascendiendo pero los dedos, agarrotados, no responden y apenas si tienen fuerza para manejar el mosquetón. Javi y Lute me dicen que apenas me quedan 10 grapas para llegar a una zona más segura. Pero continúo sin fuerza en las manos y decido descender. Juanlu se encuentra por debajo de mí y asegura una cuerda para rapelar en lugar de realizar el descenso por la vía ferrata que es bastante complicado. La lluvia continúa mojándonos. Como puedo, saco la cámara de la funda que llevo en el cinturón y apenas tengo fuerza en los dedos al sujetarla para hacerle una foto. La fuerza se me agota al hacer una segunda fotografía, esta vez a la vereda que asciende hasta el Puerto de las Escaleruelas. La cámara está a punto de caerle en la cabeza a Juanlu.


Juanlu preparándose para rapelar.


Sierra Pelada y vereda hacia el Puerto de las Escaleruelas.



Otra vez "menda", a punto de iniciar el rápel.

Juanlu hace el rápel y yo le sigo. Me dice que no va a volver a subir para no dejarme solo y le digo que "tururú".
Un minuto después, comienza nuevamente el ascenso por la vía.


Juanlu subiendo nuevamente.


Retirando el seguro de la cuerda.

Cuando retira el seguro de la cuerda y sobrepasa la zona, tiro de ella y la anudo haciendo un ovillo. Me quedo abajo observando cómo sube.


Llegando a la zona segura.

Cuando creo que se encuentra en una zona segura, cojo la mochila y la cuerda dispuesto a dar un gran rodeo para esperarlos al final de la vía ferrata. En este momento llegan junto a mí varios miembros de otro grupo dispuestos a subir también. Comienzan a ponerse el equipo. Les advierto del escalón de hierro roto. El que hace de guía me dice que ya lo conoce de otra vez. Una chavala atlética y fibrosa se calza las botas y me da una envidia sana.

Al alejarme, puedo ver unas pequeñas figuras llegando a la grieta atravesada por la tirolina. Son Javi y Lute. No consigo distinguir a Juanlu.


Cerca de la tirolina.


Lute en la tirolina.


Javi con la tensión reflejada en la cara.


En la cornisa al otro lado de la profunda grieta.


Javi haciendo lo que puede en la tirolina.


Cogiéndose a las grapas metálicas tras atravesar la grieta.


Ascendiendo por la otra vertiente de la grieta.


Una vez atravesada la grieta.

Bordeo el extremo nororiental de la base del Camorro Alto y comienzo un fatigoso ascenso llevando parte del material de escalada (incluyendo un pesado martillo) y la cuerda en mis hombros y espalda. El terreno asciende de forma penosa entre piedras de derrubio que me hacen retroceder continuamente resbalando una y otra vez al estar, además, mojadas. Consigo llegar sin aliento a la que creo que es la zona por donde deben aparecer. Me asomo con sumo cuidado al abismo pero no consigo verlos y tampoco los oigo. Las rocas constituyen una verdadera pista de patinaje y hay que ser cauteloso en extremo. Llamo al móvil de Juanlu y no me contesta. Me preocupo y llamo al de Lute. Responde a la llamada y le doy indicaciones aproximadas del lugar en el que me encuentro.

Veinte minutos después, los veo aparecer muy por debajo de donde yo me encuentro. Nos reunimos todos y comenzamos a descender hacia el coche.


Descendiendo hacia el coche.

La chica atlética y fibrosa, miembro del otro grupo, a la que había visto calzarse las botas cuando yo me volvía, nos pregunta si hemos visto a sus compañeros. Ella no pudo tampoco con la vía ferrata y se volvió.

Juanlu, Javi y Lute bromean felices por haber conseguido hacer la vía ferrata.
Cuando regrese el buen tiempo tengo una asignatura pendiente...