Hoy hemos decidido acercarnos a Teba para conocer la comarca a vista de pájaro, desde la cumbre del Castillón, con sus 725 ms de altitud.
El Castillón de Teba.
La Sierra de Peñarrubia, a la que pertenece este pico, se encuentra hendida en dos partes por el Río de la Venta, formando una preciosa y estrecha garganta de cerca de un km de longitud que hay que recorrer como inicio de la ruta de ascenso al pico Castillón. Esta zona se llama "Tajo del Molino". Sin embargo, es tal la cantidad de agua que lleva el río tras las recientes lluvias que, a mitad de la garganta, nos vemos obligados a detenernos porque el caudal del río ocupa toda su anchura y la corriente es muy fuerte.
Tajo del Molino y Río de la Venta.
Tajo del Molino y Río de la Venta.
Desandamos el corto camino recorrido, volviendo a la carretera y dirigiéndonos hacia una cantera, afortunadamente cerrada hoy día, desde la que sale un camino que nos acercará a un collado al cual hubiésemos llegado también por la ruta del Tajo del Molino. En la cantera encontramos una máquina abandonada que parece un cochecito, al cual nos subimos como niños para hacernos algunas fotografías.
Disfrutando en la cantera.
Disfrutando en la cantera.
Hacia el collado.
Ascendemos por el corto camino con travesaños de madera hacia el collado, pasando junto a un hercúleo andamiaje de acero que desciende a través de unas escaleras metálicas unos diez metros hasta la entrada de la Cueva de las Palomas, a la cual no podemos pasar porque lo impide una gran reja. A través de ella podemos apreciar una maravillosa cavidad con una salida directa a la parte alta de la garganta. En ella se encontraron restos arqueológicos y pinturas rupestres del tipo esquemático con 5.000 años de antigüedad. Actualmente se trabaja en la cueva realizando labores científicas de recuperación y estudio de su contenido arqueológico.
Cueva de las Palomas.
Cueva de las Palomas.
Cueva de las Palomas.
Continuamos nuestro camino encontrando abundantes lirios, palmitos y esparragueras. Eduardo, con su vista de lince y sus manos acostumbradas a coger espárragos, va haciendo acopio de ellos.
Lirios. Iris planifolia.
Nos sobrevuelan algunos buitres leonados y varias águilas reales. Hace mucho viento y es delicioso contemplar su vuelo sin mover apenas las alas .
Águila real.
A nuestra izquierda, a media distancia, hacia el oeste, se alza el pueblo de Teba entre el Cerro del Castillo y la Sierra de la Camorra. El Castillo de la Estrella fue construído en el siglo X y ampliado en los siglos XII y XIII. En 1330, Alfonso XI conquistó este castillo tras un largo y penoso sitio, cediéndolo posteriormente a la Orden de Santiago. Durante la Guerra de la Independencia, fue ocupado por los franceses.
Castillo de la Estrella. Teba.
Sierra de la Camorra. Teba.
Lirio blanco.
Tras llegar al collado, nos dirigimos hacia el este por un largo lapiaz que dificulta la marcha aunque estamos acostumbrados a andar por rocas (Sierra de Camarolos, la Torca, Altos del Sabar...).
Poco después, atravesamos un olivar que constituye un verdadero martirio porque la tierra hecha barro se adhiere a las botas y llevamos cada uno, al menos 4 kg adicionales de lastre, 2 kg en cada bota. Nos encontramos ya a una altitud cercana a los 700 ms. El Pico del Castillón se encuentra ya cercano.
Tras dos horas y media de marcha tranquila, haciendo fotografías, admirando el paisaje y cogiendo espárragos, llegamos a la cumbre rocosa del pico. En ella encontramos un vértice geodésico muy bien conservado, junto a unas placas solares y una antena, probablemente de telefonía móvil.
La vista desde la cumbre es magnífica. Los embalses de Guadalteba, Guadalhorce y Conde de Guadalhorce se ven prácticamente al máximo de su capacidad. El Pico de la Capilla, en el Valle de Abdalajís, las Sierras de Huma, de la Pizarra (con el inclinado Pico del Convento) y de Alcaparaín, se aprecian de forma imponente.
La cara sureste del Pico Castillón es un tajo vertical que cae hacia la carretera de Campillos.
Pico Capilla, Huma, Convento y Embalse de Guadalteba.
Vértice geodésico del Pico del Castillón de Teba.
Embalde del Guadalteba desde la cumbre del
Pico del Castillón.
Tras veinte minutos de relajación en la cumbre, decidimos realizar la ruta de regreso por la cara sureste del pico, rodeándolo por el este para dirigirnos después al suroeste, hacia el cruce que podemos apreciar al fondo del pronunciado descenso, en el cual diverge la carretera hacia Teba y hacia Campillos. La bajada es dura pero merece la pena realizarla. Eduardo encuentra un ejemplar de ammonite.
El descenso.
Con la mochila llena de espárragos.
Descenso hacia la carretera de Teba.
Una vez en la carretera, debemos andar durante tres kilómetros y medio por el asfalto para llegar de nuevo al puente del Tajo del Molino, junto al cual hemos dejado el coche. Hemos hecho la ruta completa en 4 1/2 horas, de forma tranquila. La distancia recorrida ha sido de 10 km y el desnivel ascendido de sólo 325 ms. Ha sido un recorrido muy bonito e interesante.
La climatología nos ha acompañado pues aunque al inicio de la ruta cayeron unas cuantas gotas, luego el sol ha impuesto su dominio sobre las nubes. Sí ha soplado intensamente el viento. El único que aprovecha cualquier momento en que nos detenemos a hacer fotografías para descansar es Ronny, el pastor alemán de Eduardo.
Ronny.
Castillón de Teba.
Y esta noche... ¡tortilla de espárragos!
1 comentario:
Bonito y agradable recorrido. Intentare repetir vuestra marcha por la zona. Un saludo.
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