Fotografías: "de cada uno unas pocas".
El Grajo o Pico Valdivia, se le conoce de las dos formas, se encuentra en la Sierra de Alcaparaín, entre Carratraca y Ardales. Esta sierra está formada por una meseta elevada en dirección NO-SE, con una longitud de unos 2.500 metros.
Ruta desde la balsa hasta la cumbre del Grajo.
En el Puerto de Málaga, entre ambos pueblos, sale una pista que lleva directamente a un precioso entorno natural junto a una balsa y a un helipuerto (619 ms de altitud). Aquí dejaremos el coche. En este lugar hay un cruce de carriles, debiendo tomar el del centro que conserva aún el soporte de una cadena que debió limitar el paso en otro tiempo. En los alrededores hay señales con flechas porque hay organizada una ruta en bicicleta por la zona esta mañana.
Balsa y helipuerto.
El grupo.
Nuestro camino comienza por la pista situada al frente.
Pasamos junto a un cortijo en ruinas y nos vamos adentrando, de forma progresiva, en un precioso barranco por donde discurre el Arroyo del Conejo.
Almendro en flor junto a las ruinas del cortijo, en un entorno paradisíaco.
El grupo en ruta.
A los 30 minutos de marcha, la pista deja paso a una vereda que se adentra en una especie de anfiteatro montañoso (770 ms. de altitud). En 20 minutos llegamos a una roca al inicio del anfiteatro y a la que la imaginación le da forma de pingüino, de lobo aullando, de caballo de ajedrez..., dependiendo del lugar por donde se mire.
El "pingüino", a la izquierda.
"El lobo aullando".
La vereda comienza a coger altura serpenteando en dirección oeste, entre romero, aulaga y pequeños pinos.
Durante el ascenso.
El paisaje es espléndido hacia la zona de El Chorro.
Embalses del Guadalhorce y del Conde del Guadalhorce.
Bordeamos los farallones rocosos situados a nuestra izquierda para dirigirnos a un paso que nos llevará a la meseta, por donde discurre una pista que la atraviesa prácticamente en toda su longitud.
Hacia el paso.
El incombustible Pepe, Jefe del Grupo Andax, con sus casi 71 años.
Un pequeño alto para fotografiar el paisaje.
Tras dos horas de tranquilo ascenso por la bien marcada vereda, llegamos a la meseta (altitud 1.135 ms), pasando entre abundantes coscojas y enebros, abriéndose ante nosotros el maravilloso paisaje de la vertiente sur de la Sierra de Alcaparaín.
En la meseta.
Por la pista de la meseta hacia el Grajo.
El Jefe dejándose mimar un poco.
El Grajo. Hacia él nos dirigimos.
La pista hace una curva muy cerrada descendiendo a la izquierda por el Arroyo del Moro. De la misma curva sale una vereda a la derecha que va cogiendo altura de forma progresiva para acercarnos al vértice geodésico del Grajo (1.293 ms de altitud). Llegamos a la cumbre tras tres horas y media de ruta.
Cumbre del Grajo.
En la cumbre.
Tres generaciones en la cumbre del Grajo: de los 6 a los 71 años.
Almorzamos en la cumbre, a resguardo del viento frío raseado. Hubiésemos querido hacerlo en Casa Pepa (Carratraca) o en Juan Vera (Ardales), pero es tarde y hoy tendremos que disfrutar del mismo en las alturas.
La meseta de la Sierra de Alcaparaín atravesada por la pista.
Sierra Prieta y el Pico Cabrilla.
Sierra del Agua con los aerogeneradores, a la derecha, y Carratraca al fondo del Barranco del Moro.
El descenso.
Francisco, el incansable alevín de 6 años, hecho de la misma pasta que el abuelo, no para de hablar y de jugar, aprovechando que comienza a hacer frío para disfrazarse de ninja.
"El elemento".
No ha podido con él ni el cansancio ni el frío ni el viento, ni el aburrimiento al ser el único niño entre "mayores"... pero lo ha tumbado el suave ronroneo de un motor.
Perfil de la ruta:
Distancia total recorrida: 15 km.
Tiempo de ascenso: tres horas y media.
Tiempo de descenso: dos horas y media.
Desnivel ascendido: 675 metros.
Dificultad: media.
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