viernes, 11 de junio de 2010

Travesía de la Sierra de Loja. Sábado, 15 de mayo de 2010.

Comentarios: Antonio Arana.

Llevo varios años con ganas de realizar la travesía de la Sierra de Loja: desde Loja a Zafarraya. La planificación de la ruta la tengo hecha desde hace tiempo basándome, como siempre, en los mapas topográficos a escala 1:25.000 del Instituto Geogfico Nacional; el estudio en tres dimensiones de la ruta en Google Earth y las varias escapadas realizadas al propio terreno para comprobar las dificultades que pueden presentarse in situ.

En un principio la idea era realizarla en 2 días que es lo que el sentido común aconseja, pero hace una semana y ante el tiempo tan inestable que tenemos desde el invierno con tanta lluvia, he hecho algunos ajustes y he calculado que podríamos hacerla en 12 horas de marcha continuada, subiendo 5 picos. No se trata de una travesía rectilínea de norte a sur entre los dos pueblos, sino que cambiaríamos de dirección a mitad de ruta para dirigirnos al oeste, hacia Sierra Gorda, el punto s elevado de la meseta, con sus 1.669 ms de altitud, para retornar, posteriormente, hacia el sur. Supone sobre el terreno un gran desvío pero lo creo necesario: el eterno espíritu del montañero.

Hemos dejado un coche en Zafarraya dirigiéndonos en el otro a Loja. Eduardo nos espera allí porque parte de Málaga atravesando Las Pedrizas. Cuando terminemos la ruta, cogeremos el coche dejado en Zafarraya y tendremos que dirigirnos nuevamente a Loja a coger el otro y dejar allí a Eduardo. Aparte de éste formamos el grupo hoy Juanlu, Paco, Pedro y yo.

A las 08.45 h iniciamos la caminata. Hay mucha niebla en la sierra y el ánimo decae un poco ante la posibilidad de que tengamos que abortar la travesía. Pero vamos decididos a intentarlo hasta donde podamos llegar y si es a Zafarraya, mejor.


Camino de los Pajonares. Monte Hacho de Loja a nuestra espalda.

Desde la gasolinera de Los Abades (588 ms de altitud) nos dirigimos al sur-suroeste a través de un pinar para llegar al Camino de los Pajonares atravesando el Paso de la Burra tras un desnivel de ascenso de 353 ms.


Paso de la Burra.

Llegamos al Morro de la Cabra y hacemos un brusco giro de 90º hacia el sureste para dirigirnos a la cumbre del Cerro del Pozuelo de 1.355 ms de altitud, completamente oculto en la niebla.


Dirigiéndonos directamente a la niebla.

El ruído de los fantasmagóricos aerogeneradores existentes en su cima junto a algunos claros ocasionales, hacen que podamos orientarnos hacia nuestro primer hito.


Aerogeneradores.

A las 10.50 h nos encontramos entre "gigantes" en la cumbre del Cerro del Pozuelo. Hace frío pero llevamos la "sonrisa puesta" porque tenemos la sensación de que la meteorología va a ir estabilizándose poco a poco.


Cumbre del Cerro del Pozuelo.

Descendemos hacia el sur dejando a nuestra derecha el Cerro Quemado, para comenzar más tarde el ascenso hacia el Cerro de la Semilla cuya cumbre tiene colocada
una montera neblinosa. Obviamos la pista que se nos ofrece al frente para hacer una subida directa al pico.


Cerro de la Semilla envuelto en niebla.

Las rocas están húmedas y son muy resbaladizas. Se ríen una y otra vez de la suela Vibram que llevamos en nuestras botas. Pero andamos con gran cuidado.

Ascendien
do los últimos metros antes de llegar al vértice geodésico, desaparece súbitamente la niebla permitiéndonos saber que estamos exactamente en el Cerro de la Semilla y teniendo la oportunidad de contemplar un magnífico paisaje en el que vamos tomando referencias para orientarnos paso a paso.


Vértice geodésico del Cerro de la Semilla (1.480 ms. de altitud).

Nos ha seguido hasta aquí una serpenteante línea de aerogeneradores, curiosos y asombrados por descubrir nuestras intenciones: Don Quijote retando a los molinos de viento. Son las 11.50 h y llevamos recorridos 7.5 km con un desnivel acumulado de 1.000 ms.


Cerro de la Semilla.

Ahora nos dirigiremos hacia nuestro 3º pico: el Cerro de las Cabras, de 1.642 ms de altitud. La Sierra de Loja forma una meseta elevada en cierto modo semejante al Torcal de Antequera. Una vez en lo alto de la meseta los desniveles de ascenso y descenso entre los diversos picos no son excesivamente elevados, todo lo más varios cientos de metros, lo que hace relativamente "cómoda" la ruta. Hasta ahora, la principal dificultad de la travesía, aparte de la niebla que nos envuelve a ratos, es el tipo de terreno. Se trata de un verdadero lapiaz debiendo andar de roca en roca durante gran parte del trayecto. Es un terreno kárstico originado por disolución de la caliza, formando infinitos surcos y grietas en las rocas por las que es muy difícil avanzar.

La cumbre del Cerro de las Cabras, como las del Cerro del Pozuelo y la del Cerro de la Semilla, posee unos cuantos aerogeneradores. El impacto paisajístico es enorme aunque se trate de una energía limpia. Acostumbrados a vivir la naturaleza en su estado más "virgen", ascender a estas cumbres con tantas estructuras artificiales entre aerogeneradores y antenas nos da la sensación de andar por la ciudad. Aunque nada más lejos de la realidad. Nos encontramos en pleno corazón de la Sierra de Loja. Un paisaje lunar en muchas zonas, sin árboles, rocoso, con muy escasa vegetación de pequeño porte, sin otra presencia humana visible que la de los propios componentes del grupo.


Aerogenerador.


Cumbre del Cerro de las Cabras.

Hacia el oeste observamos con gran sorpresa lo que parece un mirador. Se trata de una plataforma de madera a la cual se accede por un largo entarimado de madera sobre el precioso y difícil lapiaz. ¿Pero qué finalidad tiene?. ¿Quién va a visitar este mirador perdido en mitad de esta sierra inhóspita? No lo sabemos. Y no le encontramos ningún sentido. En él hay un panel informativo sobre el "karst de Sierra Gorda". La vista desde aquí es magnífica. Lástima que no sea accesible más que a unos cuantos visitantes.


Mirador.


"El Camino". Foto realizada por Juanlu.

Al suroeste observamos la continuación de nuestra ruta: el Cerro de los Frailes a la izquierda; el Cerro Víboras a la derecha; y Sierra Gorda al fondo, entre ambos. Vemos una pista que se acerca al Cerro de los Frailes erigido en el punto central de la travesía (16.7 km desde el inicio). Miramos nuestros relojes calculando el tiempo de luz solar que nos queda. Llevamos frontales y linternas pero en este terreno no son útiles, además de que esta noche no hay luna. Nos dan ganas de dirigirnos al Cerro Víboras pero supondría hora y media más de tiempo sobre la planificación prevista y, con todo el dolor de nuestros corazones montañeros lo sacrificamos en aras de no complicarnos de noche en este terreno. Realizar la travesía de esta sierra por pistas forestales no tiene sentido para nosotros. Sería mucho más cómodo pero no nos empaparíamos del entorno como pretendemos. Nos gusta conocer el terreno a vista de pájaro, desde las cumbres de las diversas montañas con las que nos encontramos a nuestro paso.


Cerro de los Frailes, Sierra Gorda (al fondo) y Pico Víboras.

El Pico Víboras parece una montaña de la luna, completamente horadada de cráteres. Continuamos nuestro camino buscando un lugar donde sentarnos para llevarnos algo a la boca. Lo encontramos al sur del Cerro de las Cabras en forma de un espectacular abrigo de unos 19 ms anchura por 7 ms de altura y 9 ms de profundidad. Un lugar perfecto para descansar durante veinte minutos. Tenemos bastante hambre. El desayuno que tomamos en Los Abades ya está más que quemado.


Abrigo.

Alcanzamos poco después la pista que veíamos desde el mirador. A nuestra derecha se encuentra una zona llamada en los mapas "El Mangón". Y en ella se hace referencia a dos fuentes "Fuente Alta" y "Fuente Baja". Nos encontramos a unos 1.450 ms de altitud.


Cerro de las Cabras.

En esta zona el terreno está tapizado de verde con extensas alfombras de rosa debido a la floración de erodium. La pista supone un verdadero descanso para los pies. Realizamos de esta manera un "rápido" acercamiento a la base del Cerro de los Frailes y, a las 15.25 horas, nos encontramos en su cumbre. Observo algunos cerezos rastreros. En la cima hay un monolito de piedras.


Llegando a la base del Cerro de los Frailes.


Cerezo rastrero. Prunus prostata.


Cumbre del Cerro de los Frailes. Detrás el Pico Víboras.

A partir de la Sierra de las Cabras ya no hay aerogeneradores, afortunadamente. Pero, tal vez por ese motivo el terreno se hace más hostil. La presencia humana es más escasa y apenas podemos ver alguna construcción en relación con el ganado. Pasamos por pequeños prados herbosos donde se engalana la Paeonia broteroi, una especie de rosa que, según creencias procedentes de Bizancio, tiene poder de ahuyentar al demonio. Diversas partes de la planta se emplean contra la epilepsía desde los tiempos de Hipócrates y Teofrasto.


Paeonia broteroi.

Marchamos directamente hacia el punto más alto de la Sierra de Loja: Sierra Gorda. A pesar del cansancio hay buen ambiente en el grupo y Juanlu, como siempre, va haciendo el indio.


Juanlu "el Chamán".

La subida a este pico es lenta y algo dura. Tenemos ganas de llegar a su cima porque desde allí cambia totalmente el paisaje pudiendo desde ella observar las montañas que rodean a Zafarraya: la Umbría (Hoyo del Toro), la Torca y hasta la mágica Maroma.


Ascenso a Sierra Gorda.

Eduardo tira muy fuerte porque está probándose de cara a la subida al Mont Blanc que ha planificado para agosto. Juanlu no sabía nada de ello y va a acompañarlo. Y yo con los dientes largos intentando no destrozármelos con las rocas.


Sierra Gorda.

A las 17.55 horas nos encontramos en la cumbre de Sierra Gorda. El cielo se ha despejado y la temperatura es agradable. Estamos a 1.669 ms de altitud, llevamos recorridos 22 km y hemos tardado hasta aquí 9 horas.


Vértice geodésico de Sierra Gorda.


Cumbre de Sierra Gorda. Comprobando los GPS.

Descendemos hacia el sur-sureste, pudiendo contemplar en esa dirección el Cerro del Caballón. Y tras él, insinuándose tan sólo, el poljé de Zafarraya. Pero aún queda muy lejos. Voy mirando la altura del sol para controlar el tiempo que nos queda de luz y apretar más o menos el paso.


Cerro del Caballón (1.599 ms).

Dajamos a nuestra derecha este cerro aunque nos morimos de ganas por subirlo. Pero pensamos que sería una temeridad ya que llevamos el tiempo justo para llegar a Zafarraya anocheciendo. Tenemos que saltar una y otra vez las cercas que se interponen en nuestro camino. Algunas tienen mala leche porque son muy altas y su primera línea es de alambre de espino. Pero ya tenemos experiencia al haber atravesado cientos de cercas en las diversas rutas que hemos realizado, sobre todo en la Integral de la Provincia de Málaga que hicimos hace unos años, desde la Playa de las Alberquillas en Maro hasta el Aljibe en el límite de la provincia de Cádiz, atravesando todo el arco calizo malacitano. Recorrimos 358 km con un desnivel de ascenso de 20.000 ms y un total de 72 picos subidos en 10 etapas. Pero esta es una ruta que necesita para ella sola un blog. Blog que ya ha sido creado por Juanlu y que este verano, cuando yo tenga algo de tiempo libre, verá la luz.



Las inevitables cercas.


Juanlu evitándole un pinchazo a Paco.

Nos encontramos a un cabrero que se sorprende al vernos por aquí y, más aún, al preguntarnos de dónde venimos y decirle que de Loja. Nos advierte que aún nos queda mucho camino para llegar a Zafarraya y nos da algunas indicaciones al respecto que siempre son muy bien recibidas. Ellos conocen el monte como nadie.

Tenemos que ignorar también el ascenso al Cerro de la Yedra que queda a nuestra derecha y al de los Surcos en el lado contrario. No tenemos tiempo. Un buen rato después de encontrar al cabrero nos encontramos, por fin, contemplando el pueblo de Zafarraya a nuestros pies. Pero aún nos queda un buen trecho. Y el lapiaz no termina nunca.

Contemplamos con alborozo el Boquete de Zafarraya, entre Cerro Puerto (o Morrón de la Cuna) y la Umbría (Hoyo del Toro).


Atravesando el lapiaz hacia Zafarraya.

El sol se oculta súbitamente cuando aún nos queda una media hora de ruta. Pero ya no creo que encontremos grandes complicaciones.


Anocheciendo sobre Zafarraya.

A las 21.39 horas damos por finalizada la travesía, ya completamente de noche. Y ahora viene lo auténticamente duro de la ruta: coger el coche para regresar a Loja donde están aparcados los otros y regresar a Vélez-Málaga, Pedro y yo; Paco a Torre del Mar; Juanlu a Benamocarra y Eduardo a Málaga capital.


Perfil de la travesía de la Sierra de Loja.

Recorrido total: 31 km.
Desnivel de ascenso: 1.673 ms.
Desnivel de descenso: 1.356 ms.
Tiempo total: 12 horas y 53 minutos (incluyendo descansos).
Picos subidos: 5 (tres con vértice geodésico).
Dureza: Alta.