miércoles, 27 de enero de 2010

Cerros Alcojona y Abanto. 21 de enero de 2010.

Comentarios: Antonio Arana.

En la Sierra de las Nieves hay cumbres emblemáticas como: el Torrecilla, la Alcazaba, el Peñón de Enamorados, el Picacho, la Cueva del Oso, Cerro Alto... Pero hay otras cumbres que, a pesar de no alcanzar tanta altura, son igualmente interesantes desde el punto de vista paisajístico y geológico.

Hoy hemos d
ecidido subir dos cerros de 1.500 ms de altitud que se encuentran al sur del Cortijo de la Nava, en la puerta del Parque Natural por el carril de los Quejigales. Este carril se abre en dos a los 2.5 km, aproximadamente, pasado dicho cortijo. Tomamos el de la derecha durante otros 2.5 km, llegando a un pequeño rellano que queda a la izquierda, en una curva muy cerrada, junto a un precioso y esbelto pinsapo, donde existe un panel informativo perfectamente visible. Aquí dejamos el coche.


Curva de las Escaleretas (altitud 1.180 ms).

Frente al pinsapo, se inicia otro carril secundario que se dirige al sur, pasando junto a una vereda en la que hay otro panel que indica la ruta del Pinsapo de las Escaleretas. Obviamos, por el momento esa posibilidad y continuamos nuestro carril que se transforma poco después en vereda. Llegamos en unos 15 minutos al Puntal de la Mesa donde nos topamos de frente con un enorme pinsapo con un perímetro de tronco de 5.80 ms (el Pinsapo de las Escaleretas tiene 5.22 ms de perímetro y 300 añ
os de edad).


Pinsapo del Puntal de la Mesa.

Ascendemos por la cresta rocosa en dirección oeste, dejando a nuestras espaldas el Barranco de Río Verde y los Picos Torrecilla y Alcazaba que se ven majestuosos. A la derecha se encuentra el pinsapar que ocupa toda la ladera que baja hacia el Cortijo de la Nava. A nuestra izquierda, en profundidad, discurre el Arroyo de los Quejigos. Y, al frente, podemos observar perfectamente el Cerro Abanto, un poco a la izquierda, y el Cerro Alcojona, nuestra primera meta.


Cerros Abanto (izquierda) y Alcojona (derecha).

El Cerro Alcojona está formado por varias cumbres muy cercanas una de otra que confluyen en un collado. Bordeamos la primera cumbre por el norte dirigiéndonos directamente al collado. Podemos contemplar a nuestra derecha, en el llano, el impresionante Cortijo de la Nava.


Cerro Abanto y Arroyo de los Quejigos.

Vamos andando sin una vereda definida, entre cantos rodados que entorpecen nuestra marcha, encontrando a nuestro paso los pinsapos más altos de la ladera.
Detrás nuestra, vigilando nuestros pasos, la Alcazaba y el Torrecilla.


Alcazaba y Torrecilla.

Hasta este momento la ruta no tiene dificultad y podemos contemplar frente a nosotros la ya cercana cumbre redondeada del Cerro Alcojona.

Llegando a la cumbre del Cerro Alcojona.

La cumbre es rocosa. No existe vértice geodésico aunque sí un monolito de piedras. La altitud es de 1.502 ms, medida con el GPS de Eduardo. La vista no tiene palabras pues, además de los cercanos picos ya citados (Abanto, Alcazaba y Torrecilla) podemos apreciar otros como: Cascajares, Cerros del Duque, Cerro del Pollo, Cerro de las Trincheruelas, la Concha de Marbella, Sierra Bermeja, el Torreón de Graza
lema y hasta el lejano Peñón de Gibraltar.
El día es muy bueno pues apetece algo de fresco y sólo está un poco nuboso, afortunad
amente. Hemos alcanzado la cumbre en una hora y cuarenta y cinco minutos, como siempre a nuestro paso, deteniéndonos para fotografiar los maravillosos líquenes, los valiosos pinsapos, las montañas de alrededor... Hace muchos años, bautizamos a esta forma de andar como "pasito bebé". Y, además, siempre somos fieles a esa frase montañera que dice: "si quieres llegar a la cumbre como un niño, anda como un viejo". Nunca hemos pretendido batir récord de tiempo ni de velocidad (siempre habrá muchos montañeros que nos superen), pero prácticamente siempre, hemos conseguido llegar a nuestro objetivo. Y seguiremos con esta filosofía en el grupo, pues disfrutamos en cada ruta de los diversos tesoros de la naturaleza, deteniéndonos las veces que haga falta. El desnivel ascendido hasta la cumbre del Cerro Alcojona ha sido de 352 ms.


Cumbre del Cerro Alcojona.

Ahora decidimos continuar la ruta ascendiendo al Cerro Abanto que podemos contemplar al sur. Hay que descender a un collado entre ambos picos en el que hay un pinar. La bajada, sin ser nada peligrosa, sí presenta dificultad porque no hay vereda y el abundante matorral junto con el suelo rocoso, entorpecen nuestros pasos. En 30 minutos llegamos al collado (1.300 ms de altitud). En él hay una cerca metálica que se dirije a la cumbre del Cerro Abanto. Una vereda desciende por la parte derecha del Arroyo de los Quejigos. Nosotros continuamos ascendiendo dejando la vereda a la izquierda y la cerca a nuestra derecha.


Ascenso desde el collado. Detrás, el Cerro Alcojona.

Encontramos preciosas rocas de serpentina que me da la impresión de tener, además, incrustaciones de mica. Aunque esto tengo que consultarlo con Paco Peralta, un miembro del grupo que no ha podido venir hoy con nosotros. Es nuestro especialista en minerales. Todo el Cerro Abanto es de color marrón-rojizo por la peridotita que lo forma. El Alcojona, formado por caliza, es de color gris.


Serpentina.


Serpentina.

La última parte de la subida es muy dificultosa por la presencia de una estrecha y peligrosa cresta, muy rocosa y de gran pendiente, teniendo el abismo del Arroyo de los Quejigos a nuestros pies. Decidimos descender un poco hacia el arroyo para acometer posteriormente la subida, una vez salvado el peligro. Siempre nos gusta un poco de aventura en la montaña, pero cada vez intentamos ser menos negligentes.


Cuerda rocosa hacia el Abanto.

En algo menos de una hora nos encontramos en la cumbre del Cerro Abanto (1.507 ms de altitud). La vista es estupenda, p
udiendo apreciar relativamente cercano los Cerros del Duque, tras los cuales se encuentra el Castaño Santo, el árbol más formidable de cuantos hemos visto hasta el momento, con cerca de 15 ms de perímetro y entre 800 y 1.000 años de edad. Un impresionante árbol con historia pues, en 1501, Fernando el Católico celebró una misa bajo sus ramas. Podemos apreciar el Puerto de la Refriega, en la parte norte de los Cerros del Duque.


Cerros del Duque, Cerro del Pollo y la Concha.

La cumbre rojiza del Cerro Abanto está tapizada de líquenes de colores amarillo, naranja y blanco.


Cumbre del Cerro Abanto.

La visión del Cerro Cascajares, al suroeste, constituye un horrible impacto medioambiental por la presencia de una enorme cantera que parece en funcionamiento a juzgar por el ruído de camiones y detonaciones que podemos percibir.


Cerro Cascajares y cantera.


Líquen blanco.


Líquen naranja.

Realizamos el descenso y, una vez en el collado, decidimos bordear por el oeste el Cerro Alcojona por una vereda que discurre junto al Arroyo Capuchín, pero es tal la presencia del manto de aulaga totalmente impenetrable que decidimos regresar sobre nuestros pasos dirigiéndonos al collado del Cerro Alcojona y de allí al Puntal de la Mesa.


Hacia el Puntal de la Mesa.

Además del pinsapo, joya de la corona de estas sierras, encontramos estupendas sabinas, enebros y pinos. El terreno calizo muestra algunas rocas de nívea calcita cristalizada.


Pinsapos y sabinas en la cresta hacia el Puntal de la Mesa.


Calcita.

En el Puntal de la Mesa, cerca del gran pinsapo, encontramos un rebaño de ovejas marcadas con el número "2". Pasamos junto a la vereda que desciende al Pinsapo de las Escaleretas pero decidimos continuar sin verlo esta vez.


Cerro Alcojona y pinsapar (cara norte).


El perfil de la ruta realizada ha sido:

-Recorrido total: 9.400 ms.
-Desnivel de ascenso: 739 ms.
-Desnivel de descenso: 739 ms.
-Tiempo total: 6 horas y 19 minutos.
-Picos subidos: 2.

jueves, 14 de enero de 2010

Tajo del Molino y Castillón de Teba. Jueves, 14 de enero de 2010.

Comentarios: Antonio Arana.

Hoy hemos decidido acercarnos a Teba para conocer la comarca a vista de pájaro, desde la cumbre del Castillón, con sus 725 ms de altitud.


El Castillón de Teba.


La Sierra de Peñarrubia, a la que pertenece este pico, se encuentra hendida en dos partes por el Río de la Venta, formando una preciosa y estrecha garganta de cerca de un km de longitud que hay que recorrer como inicio de la ruta de ascenso al pico Castillón. Esta z
ona se llama "Tajo del Molino". Sin embargo, es tal la cantidad de agua que lleva el río tras las recientes lluvias que, a mitad de la garganta, nos vemos obligados a detenernos porque el caudal del río ocupa toda su anchura y la corriente es muy fuerte.


Tajo del Molino y Río de la Venta.


Tajo del Molino y Río de la Venta.


Desandamos el corto camino recorrido, volviendo a la carretera y dirigiéndonos hacia una cantera, afortunadamente cerrada hoy día, desde la que sale un camino que nos acercará a un collado al cual hubiésemos llegado también por la ruta del Tajo del Molino. En la cantera encontramos una máquina abandonada que parece un cochecito, al cual nos s
ubimos como niños para hacernos algunas fotografías.


Disfrutando en la cantera.


Disfrutando en la cantera.


Hacia el collado.

Ascendemos por el corto camino con travesaños de madera hacia el collado, pasando junto a un hercúleo andamiaje de acero que desciende a través de unas escaleras metálicas unos diez metros hasta la entrada de la Cueva de las Palomas, a la cual no podemos pasar porque lo impide una gran reja. A través de ella podemos apreciar una maravillosa cavidad con una salida directa a la parte alta de la garganta. En ella se encontrar
on restos arqueológicos y pinturas rupestres del tipo esquemático con 5.000 años de antigüedad. Actualmente se trabaja en la cueva realizando labores científicas de recuperación y estudio de su contenido arqueológico.


Cueva de las Palomas.


Cueva de las Palomas.


Cueva de las Palomas.

Continuamos nuestro camino encontrando abundantes lirios, palmitos y esparragueras. Eduardo, con su vista de lince y sus manos acostumbradas a coger espárragos, va haciendo acopio de ellos.

Lirios. Iris planifolia.

Nos sobrevuelan algunos buitres leonados y varias águilas reales. Hace mucho viento y es delicioso contemplar su vuelo sin mover
apenas las alas .


Águila real.

A nuestra izquierda, a media distancia, hacia el oeste, se alza el pueblo de Teba entre el Cerro del Castillo y la Sierra de la Camorra. El Castillo de la Estrella fue construído en el siglo X y ampliado en los siglos XII y XIII. En 1330, Alfonso XI conquistó este castillo tras un largo y penoso sitio, cediéndolo posteriormente a la Orden de Santiago. Durante la Guerra de la Independencia, fue ocupado por los franceses.



Castillo de la Estrella. Teba.


Sierra de la Camorra. Teba.


Lirio blanco.

Tras llegar al collado, nos dirigimos hacia el este por un largo lapiaz que dificulta la marcha aunque estamos acostumbrados a andar por rocas (Sierra de Camarolos, la Torca, Altos del Sabar...).

Poco después, atravesamos un olivar que constituye un verdadero martirio porque la tierra hec
ha barro se adhiere a las botas y llevamos cada uno, al menos 4 kg adicionales de lastre, 2 kg en cada bota. Nos encontramos ya a una altitud cercana a los 700 ms. El Pico del Castillón se encuentra ya cercano.

Tras dos horas y media de marcha tranquila, haciendo fotografías, admirando el paisaje y cogiendo espárragos, llegamos a la cumbre rocosa del pico. En ella encontramos un vértice geodésico muy bien conservado, junto a unas placas solares y una antena,
probablemente de telefonía móvil.

La vista desde la cumbre es magnífica. Los embalses de Guadalteba, Guadalhorce y Conde de Gua
dalhorce se ven prácticamente al máximo de su capacidad. El Pico de la Capilla, en el Valle de Abdalajís, las Sierras de Huma, de la Pizarra (con el inclinado Pico del Convento) y de Alcaparaín, se aprecian de forma imponente.
La cara sureste del Pico Castillón es un tajo vertical que cae hacia la carretera de Campillos.


Pico Capilla, Huma, Convento y Embalse de Guadalteba.


Vértice geodésico del Pico del Castillón de Teba.


Embalde del Guadalteba desde la cumbre del
Pico del Castillón.


Tras veinte minutos de relajación en la cumbre, decidimos realizar la ruta de regreso por la cara sureste del pico, rodeándolo por el este para dirigirnos después al suroeste, hacia el cruce que podemos apreciar al fondo del pronunciado descenso, en el cual diverge la carretera hacia Teba y hacia Campillos. La bajada es dura pero merece la pena realizarla. Eduardo encuentra un ejemplar de ammonite.


El descenso.


Con la mochila llena de espárragos.


Descenso hacia la carretera de Teba.

Una vez en la carretera, debemos andar durante tres kilómetros y medio por el asfalto para llegar de nuevo al puente del Tajo del Molino, junto al cual hemos dejado el coche. Hemos hecho la ruta completa en 4 1/2 horas, de forma tranquila. La distancia recorrida ha sido de 10 km y el desnivel ascendido de sólo 325 ms. Ha sido un recorrido muy bonito e interesante.

La climatología nos ha acompañado pues aunque al inicio de la ruta cayeron unas cuantas gotas, luego el sol ha impuesto su dominio sobre las nubes. Sí ha soplado intensamente el viento. El único que aprovecha cualquier momento en que nos detenemos a hacer fotografías para descansar es Ronny, el pastor alemán de Eduardo.


Ronny.


Castillón de Teba.

Y esta noche... ¡tortilla de espárragos!






domingo, 10 de enero de 2010

Cerro del Águila. 10 de enero de 2010.

Comentarios: Antonio Arana.

La previsión meteorológica para el día de hoy en la Axarquía es de: lluvia 90%, nieve a 1.000 ms de altitud, temperatura máxima 10ºC y mínima de 0ºC. Con estas perspectivas de "mal tiempo" (yo considero que la lluvia es oro en estas tierras y que debe continuar lloviendo hasta que el embalse de la Viñuela se encuentre al 100% de su capacidad, o lo que es lo mismo, conteniendo sus 170 Hm3 de agua), continuamos postponiendo la ruta del Pico del Convento por ahora.

Sin embargo, Pepe, Javier y yo hemos decidido dar al menos un paseo en contacto con la naturaleza. Llevamos 3 semanas de lluvia casi ininterrumpida. El embalse de Viñuela se encuentra actualmente al 40.59% de su capacidad (69 Hm3).

La borrasca se acerca por el oeste y nos afectará dentro de unas horas. Nuestra primera intención era acercarnos a Alhama de Granada y Játar pero, posiblemente, las carreteras estén heladas y podría ser muy peligroso. Por eso nos hemos dirigido hacia el este, a Nerja. Hemos cogido el carril hacia la Adecuación del Pinarillo, ascendiendo por el que lleva al Collado de los Apretaderos. En él comienza algo parecido a una mala vereda en continuo ascenso, de sur a norte, que nos lleva entre aulaga, romero, tomillo y esparto, al macizo rocoso del Cerro del Águila (892 ms de altitud).




Cerro del Águila.



En el camino podemos fotografiar verdaderas maravillas de la naturaleza invernal como unos delicados tallos completamente helados.








Hemos ascendido 460 ms de desnivel. Al norte, a poca distancia de donde nos encontramos, se ve la limpia y serpenteante vereda que asciende a La Camatocha, dirigiéndose al imponente Almendrón (1.513 ms). Al noreste podemos contemplar el imponente pico de la Maceta o Perruchino (1.326 ms) con una subida bastante dificultosa por la cara sur aunque puede ascenderse por ella (hicimos esa ruta el 13 de febrero de 2009).


La Maceta.


Cumbre del Cerro del Águila.

Nos dan ganas de continuar hacia el Almendrón pero notamos un brusco descenso de presión atmosférica comenzando a nevar de inmediato. El sentido común nos dicta el regreso.



Comienza a nevar.


Iniciamos el descenso hacia el carril de la Fuente del Esparto maravillados ante la sorprendente nevada.


Magnífica nevada.


Poco después, la "bucólica" nevada se convierte en un "pies para qué os quiero".
Nieva con intensidad con viento del norte.




Se intensifica la nevada.





Primeras manchas de nieve en el carril.



La nieve ha estado cayéndonos encima hasta los 500 ms de altitud ¡¡¡en la Axarquía!!! Hemos visto dos cabras montesas y una perdiz desafiando indiferentes los rigores del invierno. Ha sido un grato paseo como preparación inicial de la temporada anual de montaña.