sábado, 6 de febrero de 2010

Pico El Convento (El Chorro). 24 de enero de 2010.

Comentarios: Antonio Arana.

Dejamos atrás las Navidades e iniciamos nuevamente la temporada de montaña en este año 2010.
Y lo vamos a hacer comenzando con una ruta repetidamente postpuesta por las inclemencias meteorológicas de finales del año pasado: el Pico del Convento.


Aparcamiento del Hospital de la Axarquía.

Contamos con la suerte de un buen invierno de lluvias para poder ver los embalses del Chorro llenos de agua.


Al inicio de la ruta.

Dejamos los coches junto al Restaurante el Mirador y comenzamos nuestra ruta por el túnel que atraviesa la Sierra de la Pizarra hacia el Embalse de Gaitanejos. No es necesario el uso de linternas ni de frontales porque al final del túnel se aprecia la luz del día que nos sirve como guía.
Tiene un recorrido de unos 150 ms y una altura máxima que ronda los 2 ms.


Entrada al túnel.

A la salida del mismo, ya podemos contemplar la mole rocosa del Pico del Convento entre nubes.
Tiene una altura de 619 ms y está compuesto de areniscas erosionadas. Según algunos historiadores, fue un bastión defensivo ya en la antigüedad, en época íbera y romana, siendo reutilizado en la época hafsunita (últimos años del siglo IX).

El Convento.

Antes de llegar a la cumbre nos desviamos para contemplar desde un mirador natural el espectacular Tajo de los Ballesteros, en el que se localiza la mayor parte de la colonia de cría de buitre leonado. Vemos algunos ejemplares sobrevolándonos, utilizando las corrientes de aire caliente. Podemos apreciar su largo cuello desnudo y cubierto de plumón blanco, con su collar de plumas de color marrón claro. La envergadura de alas en los machos llega hasta los 290 cm.


Tajo de Ballesteros.


Buitre leonado sobrevolando la cumbre del Convento.

La vista del Desfiladero de los Gaitanes es estupenda. Puede apreciarse casi en todo su recorrido por el Hoyo del Valle, a excepción de sus impenetrables cañones. El desfiladero tiene una longitud de 5 km. El primer cañón tiene una estrecha entrada de apenas 5 a 15 ms de anchura, por 200 de altura. El cañón final tiene 5 a 10 ms de anchura y 300 a 400 ms de altura, entre el Cerro Cristo y el Cerro de los Tres Techos. Las paredes son verticales.


Río Guadalhorce a su paso por el Hoyo del Valle.

Como siempre, hacemos un uso intensivo de las cámaras fotográficas.


En el mirador de las buitreras.

Hay una vereda bien conservada que nos acerca a la cumbre. El suelo está húmedo y forma una mullida alfombra de color verde.


Aristoloquia baetica.

Trepamos hasta la cumbre por una especie de escalera rocosa en la parte sur aunque, al este hay un paso mucho más cómodo. Siempre es divertido una pincelada de aventura.


Llegando a la cumbre del Convento.

Una vez en la cumbre, y a pesar de la bruma, podemos apreciar el Embalse de Guadalteba, el Desfiladero de los Gaitanes, la Sierra Llana (con sus sabinas centenarias), el Cerro Pardo repoblado de pino carrasco, con las Cuevas Pardas ocupadas por ganaderos permanentemente, desde la época musulmana hasta el año 1958; el inexpugnable Cerro Cristo formando la pared oeste del 3º cañón...


Cumbre del Pico del Convento.


Cerro Cristo al fondo. Tras él, la Mesa de Villaverde.

Una vez que descendemos de la cumbre, nos dirigimos hacia la presa del Embalse de Gaitanejos. Si volvemos la vista atrás, podemos apreciar la estilizada elegancia que el Pico del Convento presenta desde el este.


Pico del Convento.

Y al otro lado del Embalse de Gaitanejos, en Cerro Pardo, se alza el curioso Arco Gótico modelado en sus areniscas. Encontramos diversos abrigos ocupados por el hombre desde la época Neolítica.



Abrigos Neolíticos y Arco Gótico, al fondo.

A la entrada de un túnel en la carretera, nos detenemos durante un instante para saborear los "ochíos" que siempre nos ofrece Alejandro. El ochío es originario de Úbeda (Jaén) y consiste en una masa de pan de aceite de oliva, matalauva y pimentón, a la que puede dársele distintas formas (mollete, picos...). El nombre le viene por ser la octava parte de un pan. Hoy en día existe una polémica con la Real Academia de la Lengua Española porque ésta lo escribe con h: "Hochío".


Los dulcísimos "ochíos".


El Arco Gótico.


Narciso. Narcissus cantabricus.

Una vez en la presa del Embalse de Gaitanejos podemos darnos cuenta de la gran cantidad de agua que lleva el Río Guadalhorce. La presa se encuentra rebosando.


Presa del Embalse de Gaitanejos.

Un poco más abajo, una gran cascada abre nuestros sentidos a las maravillas de la naturaleza. Y, a las puertas del primer cañón del Desfiladero de los Gaitanes, los restos de la antigua presa que fue destruída parcialmente por una avenida de agua durante una gran tormenta en 1921.


Antigua presa al inicio del Desfiladero de los Gaitanes.
Arriba, inicio del Caminito del Rey.

Nos acercamos a la presa con extremo cuidado y, probablemente, con mucha negligencia. Da miedo estar en esta zona porque cualquier pequeño resbalón en el suelo húmedo podría tener con toda seguridad un desenlace fatal. La corriente es muy rápida y el ruído estremecedor.


La antigua presa destruída en 1921.

Subimos ahora hasta el inicio del Caminito del Rey cuyo paso está cerrado por el peligro que constituye actualmente, habiendo ocurrido varios accidentes de escaladores que han caído al cauce desde las paredes verticales del cañón. Además, se han perdido tramos de la baranda de hierro que limitaba el camino y se han producido grandes boquetes en el mismo. En el año 2002, para evitar más accidentes, Sevillana optó por la voladura del tramo inicial y final del Caminito del Rey. Una puerta enrejada obstruye el paso en esta zona.


Parte inicial del Caminito del Rey.

Desde el lugar donde nos encontramos, hay, por lo menos, 25 ms de caída hasta el cauce. Nos embarga una sensación vertiginosa al asomar la cabeza para ver la fuerte corriente del agua.


Desfiladero de los Gaitanes y Caminito del Rey.

En la otra vertiente del río, hay unas placas indicadoras del nivel que alcanzó el agua en 1941 y 1949. Resulta increíble.


Desfiladero de los Gaitanes.


Botón de Oro. Ranunculus rupestris.


Cascada del Río Guadalhorce.

El regreso no lo hacemos por el túnel sino que seguimos la cola del Embalse de Gaitanejos por una preciosa vereda hasta salir nuevamente a la carretera.
A nuestra espalda vemos lejano los Filares de Sabinal, en la vertiente norte del Tajo de Ballesteros. En ellos se encuentra uno de los sabinales (Sabina mora "Juniperus phoenicea") más antiguos y hermosos de Andalucía.


Filares de Sabinal.


Vereda junto al Embalse de Gaitanejos.

El atardecer sobre el Embalse del Conde de Guadalhorce es soberbio. El ambiente se llena de calma.


Embalse del Conde de Guadalhorce.

Nos hacemos fotografías en el Sillón del Rey.

Sillón del Rey.

El 21 de mayo de 1921, el Rey D. Alfonso XIII, tras un almuerzo en la Casa del Administrador, colocó la última piedra de la obra del Embalse del Chorro, firmando el acta de finalización de la obra en un hermoso conjunto de sillones y mesa de piedra, junto a la presa, denominado Sillón del Rey. Este conjunto fue arrojado a las aguas del embalse durante la Guerra Civil, siendo recuperado posteriormente.


Sillón del Rey.

Toda la zona de los Gaitanes se relaciona históricamente con la figura de Omar ben Hafsun y con la presencia de Bobastro en las Mesas de Villaverde. Protagonista de la rebelión más importante contra el estado Omeya a finales del siglo X, llevó a cabo, junto con sus hijos, el considerado como último intento de Al-Andalus de mantenimiento de los privilegios de tipo feudal por parte de la aristocracia de origen hispano-godo.

Hay mucha literatura sobre el Desfiladero de los Gaitanes pero recomiendo de forma especial a quienes puedan estar interesados en el tema, el libro "Los Gaitanes. El Chorro", de Manuel Romero González. Aneax ediciones.

1 comentario:

A. Gallego dijo...

preciosa entrada en este blog. Tendremos en cuenta esta ruta para fechas venideras.

Gracias