viernes, 9 de julio de 2010

Charca del Canalón. Río Verde. Istán. Domingo, 4 de julio de 2010.

Comentarios y fotografías: Antonio Arana.

Tras la ruta de la Maroma de hace 3 días, hoy es bien recibida esta otra a Río Verde de Istán. Y le pongo apellido por la existencia de otro Río Verde en Otívar (Granada), ambos completamente distintos en cuanto a su entorno y a la transparencia de sus aguas.

Acompañamos al grupo de Benamocarra cuya Concejalía de Deportes ha programado esta ruta.

Iniciamos la marcha a las 10.30 h desde el mismo pueblo, junto al Polideportivo, teniendo frente a nosotros, al este, unos picos en forma de agujas que pertenecen a Sierra Blanquilla cuyas máximas alturas son el pico del Lastonar con 1.275 ms y La Concha con 1.215 ms. El precioso embalse de la Concepción se encuentra al máximo de su capacidad.


Istán y su Sierra Parda.


Sierra Blanquilla.


Cara sur del Pico de la Concha.

A los 10 minutos de iniciada nuestra marcha llegamos al Nacimiento del Río Molinos. Un frondoso y fresco lugar donde el agua corre por todas partes. Hay una fuente de la que se puede beber. Pero el verdadero nacimiento se encuentra justo detrás de ella, a unos 20 ms. El agua sale de entre las rocas.


Fuente en el Nacimiento del Río Molinos.

Junto a la fuente hay un hombre del pueblo, Miguel Romero, trenzando hilo de pita para hacer unos pequeños zapatitos. Cada uno de ellos le lleva un día de trabajo, según refiere. Es pura artesanía y hay que valorarla como tal, por ello tras hacerle ver que hace un maravilloso trabajo que no debería perderse nunca, procedo a comprarle dos ejemplares que lleva colgados en su propio llavero. Él dice que sólo lo hace para entretenerse.


Miguel Romero y su artesanía.


Zapatitos de hilo de pita.

La marcha se realiza en un primer tramo por asfalto. Posteriormente, tras unos 50 minutos, se transforma en una pista de tierra. Hace calor y vamos pensando en que la vuelta puede ser dura en cuanto a la temperatura.


Alfilerillos de la Viuda. Trachelium caeruleum.

A las 12 h llegamos a una especie de pequeña explanada donde encontramos varios coches cuyos dueños han decidido obviar la caminata aparcando directamente aquí, a unas decenas de metros del cauce del río. Nos colocamos el calzado de agua quitándonos ropa para continuar la ruta en bañador pues ya vamos a meternos en agua.

Nada más comenzar a andar por el cauce nos damos cuenta del por qué lo llaman Río Verde. El agua es de ese color por la abundantísima cantidad de algas acuáticas existentes. Vamos andando entre ellas con una falsa sensación de que el agua está sucia, pero nada más lejos de la realidad.


Iniciando la marcha por el cauce de Río Verde.

Las piedras del cauce son muy resbaladizas y cuesta trabajo andar por él. Además, el tamaño muy cambiante de las mismas entorpece la marcha sobremanera.


Pétalos de adelfas "Nerium oleander" flotando en la corriente.

Nos desviamos un poco de la ruta para bañarnos en una poza a la que el dueño de una casa existente junto a la misma llama la "charca de la vera de la colmena". La poza es profunda y nos deleitamos en ella durante un cuarto de hora. Después, y tras hablar durante unos minutos con el dueño de la casa (llamada del molino) sobre la zona, emprendemos el camino siguiendo una pista para regresar al río a los 25 minutos, junto a un puente colgante en un lamentable estado de conservación. En el año 2003 el Grupo Andax, mi grupo de montaña, realizó esta misma ruta atravesando el puente sin ningún problema porque no estaba deteriorado. Es una pena verlo así porque su travesía añadiría un poco más de aventura. Son las 13.32 h.


Javi junto al puente colgante.


Uña de gato. Sedum sediforme.

Atravesamos el río y, a los 8 minutos, nos encontramos junto a las primeras pozas del Charco del Canalón. Nos detenemos a comer algo y, una vez saciado nuestro apetito, nos lanzamos al agua como niños para llegar nadando a la cascada que hay al final de la citada charca. La temperatura del agua es fresca, sin sensación de frialdad.


Charco del Canalón. Río Verde.


Rocío. Una estupenda artesana veleña.


Pepe junto a una de las pozas.


Junto a la Cascada del Charco del Canalón.

Permanecemos en esta zona algo menos de una hora. Iniciamos el regreso a las 14.30 h y entramos en Istán a las 17.15 h. Durante el camino de regreso tengo que atender a una chica con un leve mareo y a otra compañera "menos joven" con una verdadera lipotimia por calor. Finalmente, todo se resuelve sin más complicaciones y en el Nacimiento del Río Molinos, antes de finalizar la ruta, nos refrescamos recuperando la energía perdida.

Recorrido: 8 km.
Desnivel máximo acumulado: 334 ms.
Tiempo empleado: 6 h y 45 minutos.
Dificultad: media.

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