lunes, 25 de abril de 2011

El Almendrón. Sábado, 16 de abril de 2011.

Una imagen vale más que "mis" palabras.


Comentarios: Antonio Arana.
Fotografías: Juanlu y Antonio.

Hace 9 años subimos por última vez al Almendrón y ya entonces hablábamos de colocar un buzón de montaña en su cima. Hoy ha llegado el día de hacerlo.


El grupo en el aparcamiento del Hospital de la Axarquía.

Esta montaña tiene una altura media, si tomamos globalmente todas las que integran las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama. Su altitud es de 1.503 metros (medición GPS). Se encuentra por debajo de la Maroma, Navachica, Chapas, Puerto, Lucero, Malascama, Albucaz... Tiene, aproximadamente la misma altura que el Cielo (Nerja), el Fuerte (Sedella) y el Torrecilla (Alcaucín). Pero se encuentra por encima de otras muchas como el Fuerte (Frigiliana), Cerro de las Tres Cruces y Cerro Verde (Cómpeta), Cabeza del Caballo (Nerja)...

Sin embargo, no es su altitud lo que destaca en ella, sino su alzado desafiante con una caída hacia el noroeste de 800 metros, y su estrecha y peligrosa arista glaciar. Esta es nuestra meta.

Recorremos la pista forestal existente junto a la Cueva de Nerja, en dirección a la Adecuación Recreativa del Pinarillo. Pasamos de largo y dejamos los coches en una curva muy cerrada, a unos 500 metros de la Fuente del Esparto.

09.15 horas: inicio de la marcha (altitud 513 metros).

Nuestra intención es subir por La Camatocha, pasando por la base del Almendrillo y llegar al Almendrón, para, posteriormente, descender al Barranco de Cazadores. Se trata de un recorrido circular precioso.

La primera parte de la ruta se realiza por una pista bordeada de un floreciente matorral mediterráneo que le va dando color progresivamente al paisaje, envuelto en una neblina de color gris plúmbeo.

Juanlu va haciendo de las suyas con la cámara fotográfica. Es un niño grande y travieso, pero su compañía es fresca y agradable.


La "inevitable" fotografía de Juanlu.

La jara se encuentra ya en flor y, bajo ella, crece la bella hipocistide.


Hipocistide. Cytinus hipocistis.

Y, hablando de jara... Es un tema interesante y complicado. La jara blanca es de color morado; la jara negra es de color blanco; el jaguarzo blanco es amarillo... No hay quien comprenda este lío de nomenclatura y colores que no tienen nada que ver con ella.


Jaguarzo morisco y jara blanca (la de color morado).

Se respira la humedad en el ambiente y en el matorral. Los caracoles, grandes como huevos de gallina, se desperezan entre sus ramas.


Caracol en una rama de romero.

La zahareña, el boj, el lentisco, el tomillo, la albaida... todas muy crecidas por las continuas lluvias, cierran la vereda mojándonos a su paso. ¡Y las polainas, como siempre, en la mochila...!


Albaida. Anthyllis cytisoides.


Entrando en la niebla.

Caminamos un poco desilusionados porque esta ruta lo mejor que tiene son las impresionantes vistas en todas direcciones. Sin embargo, nos vamos introduciendo en una niebla cada vez más espesa. Intento mantener el ánimo diciéndole al resto del grupo que Maldonado, el meteorólogo, ha indicado en su página de internet que el sol saldrá en estos parajes a las 12.30 horas, levantando completamente la niebla. Casi me abuchean... Ya veremos...

12.10 horas (altitud 1.276 metros). Llegando a La Camatocha, vemos, al frente, emerger el inexpugnable Almendrillo sobre un grupo de pinos.


El impresionante cono del Almendrillo emergiendo en la niebla.

Y, a las 12.23 horas, las nubes comienzan a retirarse permitiendo contemplar la vertiginosa caída hacia el Barranco de Cazadores. Algunos prefieren que continúe la niebla "ojos que no ven..."


Junto al abismo.



El grupo cerca del Collado del Almendrón.

Personalmente, le hago la ola a Maldonado y creo que me he ganado algo de crédito entre los compañeros para posteriores rutas en cuanto a la información de aquél sobre la predicción meteorológica.

Juanlu, Eduardo, Lute y yo estudiamos posibles rutas de ascenso al Almendrillo. La más factible es por la cara noreste, sin acercarnos demasiado al abismo. Por supuesto que hablo en escalada libre. Con material técnico, probablemente no encontraríamos apenas problemas salvo que la corteza rocosa es muy friable y se desprende con facilidad. De hecho, en la cumbre del Almendrillo podemos observar un pequeño monolito de rocas, signo incuestionable de que alguien ha conseguido subir. Lo que no sabemos es si consiguió bajar...


Con Paloma. El Almendrillo, al fondo.


La cara noreste del Almendrillo.

Fijaos bien en el pico. La parte derecha, más blanca, es una afilada arista con una caída de más de 500 metros hacia el Valle del Chíllar. Esta pequeña montaña ejerce un gran poder de atracción en algunos componentes del grupo. Algún día, espero que pronto, la subiremos. Por supuesto, contando con la inestimable ayuda de Juanlu, nuestro gran escalador. No es coba, Juanlu, tú lo sabes...

13.20 horas (altitud 1.447 metros). Collado del Almendrón.
Nos encontramos en la cresta que une las cumbres del Almendrón, Nío Buitre y Tajos del Sol. En esta zona existen rocas con iridaciones de amianto. En el propio Barranco de Cazadores existen minas de galena. El material, una vez extraído, era transportado probablemente en mulas, hasta la Fuente del Esparto, donde se lavaba y se llevaba a la "Fábrica de Plomo" de Burriana.

Desde el collado, comenzamos el ascenso hacia la cima, en dirección suroeste. Grandes bloques de rocas se alzan obstruyendo el paso y debemos sortearlas, unas veces por la derecha y, otras, por la izquierda. La mente debe estar fría y debemos andar sin prisas y con sumo cuidado porque el peligro está justo al lado.


Iniciando el ascenso desde el collado.

Los Tajos del Sol, al pie de Navachica, se alzan lamidos en su concavidad occidental por la lengua algodonosa de una nube.


Por la cresta del Almendrón. Detrás, los Tajos del Sol.

La cima, propiamente dicha, del Almendrón la forma una enorme roca en diagonal que se sube por la parte sur. El precipicio se encuentra en la parte contraria.


Alejandro muy cerca ya de la cumbre (la roca alta que se aprecia).


Eduardo en la base de la gran roca diagonal (a la izquierda).

13.45 horas (altitud 1.503 metros). Almendrón.
Nos encaramamos a lo más alto de la gran roca, sintiéndonos contentos por la meta conseguida y por el magnífico paisaje que podemos contemplar desde este verdadero "nido de águilas".


Cima del Almendrón.


Cima del Almendrón.

Fernando y Lute se ponen pronto manos a la obra colocando el buzón en la gran roca que constituye la verdadera cima de este pico. No hemos querido nominar el buzón con una placa para hacerlo más "aséptico". De esta forma, ningún montañero que llegue a esta cumbre "adulará nuestra vanidad" si leyera el nombre del grupo en él. Creo que el espíritu de colocar un buzón de montaña consiste sólo en la comunicación entre amantes de las altas cumbres. Es importante y necesario dejar una tarjeta o, simplemente, un papel en su interior, con el nombre de los componentes del grupo, su lugar de residencia, su dirección y teléfono (si se quiere) y las apreciaciones personales sobre la ruta. De esta forma se hacen amigos montañeros de otras comarcas y de otras provincias españolas. Tengo en mi poder múltiples tarjetas y notas, incluso una de un grupo ruso que encontré en el Chamizo el 25 de agosto de 2001, escrita en ruso y, afortunadamente, traducida en el mismo papel a nuestro idioma.


Colocando el buzón.

Juanlu no hace más que investigar con su nueva cámara fotográfica y le ha dado por las panorámicas. Y, la verdad sea dicha, no lo hace nada mal. Aunque esta vez me es imposible volcar en el blog tu estupenda panorámica, Juanlu. Todos nos hacemos fotos en la cumbre de esta preciosa montaña. El tiempo es bastante bueno como puede apreciarse en la fotografía inferior... ¡ejem...!


Paloma en la cumbre del Almendrón.

Impresiona la vista de los Tajos del Sol, tras de los cuales se alza el pico de Navachica con sus 1.830 metros de altitud.


Cresta del Almendrón. Detrás, Tajos del Sol y Navachica (al fondo).


En lo más alto.

Por supuesto que rellenamos la tarjeta del grupo con nuestros nombres y es la primera colocada en este nuevo buzón. Sergio es el encargado de hacerlo. Si alguien la coge, que la escanee y la remita a esta dirección de correo, adjuntando vuestros datos: aaranab@hotmail.com
Nos pondremos en contacto.


Sergio y la primera tarjeta.

A las 15.10 horas comenzamos el regreso dejando en la cumbre nuestra huella en forma de un solitario aunque "vivo" buzón de montaña. No lo olvidéis.


El buzón.

Es impresionante ver cómo se alza el Cisne, al oeste, una de nuestras próximas cumbres programadas. Igualmente, da sensación de vértigo bajar la mirada hacia la hoya del Imán.


El Cisne, con su doble cumbre y la Hoya del Imán.

Nos detenemos un rato en el pedregoso Collado del Almendrón para tomar algo antes de descender hacia el Barranco de Cazadores.


En el Collado del Almendrón.

A las 16 horas llegamos al cauce del barranco de Cazadores (1.086 metros de altitud).


Un momento de relax en el cauce.

La aromática manzanilla silvestre pone su nota de color amarillo sobre el verde matorral mediterráneo.
Es una planta digestiva tomada en infusiones. Se utiliza para las malas digestiones, la gastritis y la úlcera de estómago. Bien azucarada está deliciosa.


Manzanilla de monte. Helychrisum stoechas.

A las 18.10 horas nos encontramos nuevamente junto a los coches.


Track de la ruta.


Perfil de la ruta:

Recorrido: 13.900 metros.
Tiempo total: 8 horas y 50 minutos.
Desnivel de ascenso: 1.050 metros.
Desnivel de descenso: 1.120 metros.
Picos subidos: 2 (La Camatocha y el Almendrón).

domingo, 3 de abril de 2011

Lucero y Lucerillo. 27 de marzo de 2011.

Comentarios: Antonio Arana.
Fotografías: Antonio Arana.

La última vez que subimos al Lucero fue el 13 de julio de 2008. Y fue una ruta nocturna. Desde entonces hemos pateado otras montañas en Sierra Nevada, Sierra Morena, Sierras Alpujata, Canucha, de Líbar, de Loja... Pero siempre nos queda el deseo de regresar al Lucero. Es un pico emblemático de la Axarquía. Su imagen triangular visto desde el suroeste, llegando por la autovía a Vélez-Málaga, es sencillamente espectacular, atrayendo nuestro interés de inmediato porque parece inexpugnable en la lejanía. Ese triángulo está formado por la superposición de dos montañas: el Lucero y el Lucerillo, situado delante. Y hoy queremos pisar de nuevo su marmórea vereda.


El grupo en el aparcamiento del Hospital de la Axarquía.


El Lucero desde el aparcamiento del hospital. A la izquierda, las Lomas de Mota.

Hay varias rutas para ascender a esta montaña. Puede hacerse desde la provincia de Granada por la pista forestal de la Resinera; por el Puerto de Frigiliana (aunque esta subida por la cara sur tiene una inmensa dificultad por la gran pendiente de un 52%, aproximadamente), por el Puerto de Cómpeta acercándonos a él desde dicho pueblo o desde Canillas de Albaida... Esta última opción es la que hemos elegido hoy.

El grupo esta mañana lo formamos 20 montañeros. Aunque sólo disponemos de un todo terreno. La pista forestal desde Canillas de Albaida hasta Puerto Blanquillo, en la base del Puerto de Cómpeta, está en mal estado para circular con turismos. Pero no nos queda otra elección. El recorrido en coche hasta Puerto Blanquillo lo hacemos muy despacio por la gran cantidad de piedras que hay que sortear, tardando 50 minutos en su recorrido.


Llegando a Puerto Blanquillo por la falda de Cerro Verde.

Al llegar a dicho puerto, hace viento y la temperatura es bastante fresca porque existe en esta zona un corredor natural que desde el mar se estrecha en el Barranco de Juan Rojo en cuya cabecera nos encontramos.


Los primeros en llegar a Puerto Blanquillo.

11.05 horas. Puerto Blanquillo (altitud 1.225 metros). Iniciamos la marcha. Desde el mismo puerto sale una vereda que en un principio se dirige al norte, para luego hacerlo al este, hacia el Puerto de Cómpeta.


Inicio de la vereda hacia el Puerto de Cómpeta.

Al ser un grupo numeroso y ocupar la cabeza del mismo los adolescentes con sus ansias de velocidad a sus pocos años, acaba estirándose de forma que no podemos guiarlos por la ruta adecuada, introduciéndose en el pinar y "complicando" un poco el ascenso. Todos los seguimos para evitar que se despisten aún más. Nos reagrupamos junto al pluviómetro existente en el cortafuegos que asciende desde el Puerto de Cómpeta hacia los Tajos de la Chapa. Por supuesto, los adolescentes deben escuchar a los más "viejos" durante un minuto advirtiéndoles que el grupo debe permanecer unido para evitar esfuerzos y problemas innecesarios. La verdad sea dicha, son unos chicos estupendos y obedientes.


Pluviómetro en el cortafuegos.

Desde el pluviómetro podemos ver al frente una cantera con enormes bloques de mármol que ya los quisiera para sí Michelangelo Buonarroti, de cuya obra escultórica soy el mejor admirador.


Cantera en el Puerto de Cómpeta.

11.54 horas. Puerto de Cómpeta (altitud 1.409 metros). Descendemos hacia la pista forestal que discurre paralela al arroyo hacia el este. A su inicio han hecho recientemente una construcción a la que le han dado el nombre de Fuente Barrena, llevando un buen caño de agua.


Fuente Barrena y cantera del Puerto de Cómpeta.

12.12 horas. Inicio de la Vereda hacia el Lucero (altitud 1.319 metros). A menos de 1 kilómetro de marcha por la pista forestal encontramos, a la derecha, un panel indicador de la ruta junto a un pequeño puente de madera sobre el arroyo que continúa con una vereda que se dirige al sureste ascendiendo progresivamente, sin mucha pendiente. Este es nuestro camino.

Enormes bloques de mármol flanquean la vereda.


Pepe por la vereda hacia el Lucero.

A nuestra izquierda se alza un pico prominente, el Tajo de Mota. Antes de llegar a su altura, nos detenemos para hacernos algunas fotografías con la imagen del Pantano de los Bermejales a nuestra espalda, en la lejanía.


Jose Manuel.


Nina y Paloma.


Fernando, Inma y el colosal montañero Jose.


Antonio Correa.

A las 13.05 horas (altitud 1.539 metros) llegamos a un bellísimo rincón sombreado por varios pinos resineros. Yo lo llamo "Mirador del Lucero y Lucerillo" porque la imagen de estas montañas se alza frente a nosotros. Aquí nos detenemos unos minutos para echar un trago de agua y meternos algo sólido en el estómago antes de proseguir. En el grupo vamos 8 montañeros que trabajamos en el Hospital Comarcal de la Axarquía: Antonio Correa (ORL), Jose Manuel (Ginecólogo), Paloma y Diego (Cirujanos), Nina (Oftalmóloga), Fernando y Alejandro (Enfermeros de Urgencias) y yo que soy Médico de Urgencias. Como podéis comprobar constituímos una buena representación de los distintos servicios del hospital aunque no nos vendría nada mal un Traumatólogo para andar por la sierra. A ver si soy capaz de "engañar" a alguno para que salga también con nosotros.


Montañeros del Hospital Comarcal de la Axarquía.


Este tan "puesto" soy yo en el Mirador del Lucero y del Lucerillo (a la derecha).

En esta zona puede apreciarse un pino resinero trabajado por la mano del hombre hace décadas para obtener la resina. El resinero realizaba incisiones progresivas (llamadas "caras"), a distintas alturas, con una cuchilla curva muy afilada. La anchura de la incisión era de unos 15 a 20 cm, aproximadamente. Abría la cara con la escoda o azuela para que sangrara la miera o savia que se deslizaba de forma lenta sobre una hojalata curva sujeta perpendicularmente al tronco, para caer después en un recipiente de barro colocado debajo de ella. Dichos recipientes se vaciaban en cubas que eran transportadas en carros de yuntas hasta las fábricas, para someter la miera a un proceso industrial y obtener el aguarrás (esencia de trementina) utilizado como disolvente de pinturas o como materia prima para la fabricación de pinturas y barnices.


Miera o savia en una antigua "cara" de un pino resinero.

Descendemos unos metros desde el Mirador del Lucero y Lucerillo para atravesar Puerto Llano e iniciar el verdadero ascenso al Lucero.


Por Puerto Llano.

La vereda bordea el Cerro Lucerillo por el norte dirigiéndose a la pared oeste del Lucero cortada por una vereda zigzagueante, muy bien conservada, que nos llevará a su cumbre. Pero antes debemos pasar por un pequeño collado entre los dos picos, conocido como Colaero de los Mosquitos (no tengo ni la menor idea del por qué de tal denominación). En esta zona, en días de viento, he visto rodar por el suelo a bragados montañeros... y, bueno... también a "bragadas" montañeras... ¡Uf, qué lío!


La pared oeste del Lucero.


Llegando a la cumbre del Lucero.


Cumbre del Lucero.


Cumbre del Lucero.

14.15 horas. Lucero (altitud 1.764 metros). La cumbre de esta montaña es muy estrecha, apenas 5 metros de anchura, cayendo sus laderas hacia el norte y al sur en pronunciadas pendientes. En el punto más alto hay una ruinosa construcción que en época del maquis, tras la cruel, brutal y despiadada Guerra Civil, se construyó como puesto de la Guardia Civil para controlar a la "gente de la sierra". Hoy sólo queda en pie el muro norte, y le queda poco tiempo de supervivencia.


Cumbre del Lucero.

Nos quedamos hipnotizados por la maravillosa vista que puede contemplarse hacia los cuatro puntos cardinales: Sierra Nevada, Cabañeros, Navachica, Cielo, Cisne, Los Machos, La Cadena, Sierra de Játar, Albucaz, Malascama, La Maroma, Fuerte de Frigiliana, Cerro de las Tres Cruces... Además, el día es inmejorable.


Construcción en la cumbre del Lucero.

Le prometí a Jose hacerle una foto en la cumbre para que nadie tenga la menor duda de que, a sus 11 años, es el mejor montañero que ha dado estas sierras.


Jose, el intrépido montañero.


Sierra Nevada desde la cumbre del Lucero.


En la cumbre. Al fondo se aprecia el Pantano de los Bermejales.


Fernando e Inma en la cumbre.


Silvia, Paloma y Ana en la cumbre.

Existe en la cumbre un buzón de montaña en el que encontramos dos tarjetas de sendos grupos montañeros.


Tarjetas de otros grupos de montaña.

Nosotros también dejamos la tarjeta del grupo con una nota de homenaje, en cierto modo, al hospital donde trabajamos.


Tarjeta del Grupo Andax.

Bea es la encargada de introducirla en el buzón.


Bea en el buzón de montaña.

Algunos nos hemos retrasado con el tema de la tarjeta. Iniciamos el descenso a las 14.35 horas, con el Lucerillo al frente.


Descendiendo hacia el Lucerillo.


El Lucerillo en todo su esplendor.

14.55 horas. Base del Lucerillo (altitud 1.630 metros). Al llegar a la base del Lucerillo, Bea, Niko, Alejandro y Fernando me miran con "ojos de carnello degollado" diciéndome que les gustaría subir el Lucerillo. El resto del grupo se encuentra ya en el "Mirador del Lucero y Lucerillo" pero no puedo resistirme y los llevo por el mejor camino posible a la cumbre. Es una verdadera pedrera de gran pendiente pero en menos de diez minutos conseguimos hacer los 43 metros de altitud que nos separan de su cumbre.

15.03 horas. Cumbre del Lucerillo (altitud 1.673 metros).


Cumbre del Lucerillo.

La vista del Lucero es increíble desde la cumbre de "su hijo menor".


El Lucero desde la cumbre del Lucerillo.

También podemos apreciar desde aquí el majestuoso Cisne, una de las próximas montañas a subir por el grupo.


El Cisne y el Valle del Río Higuerón.

Una vez reagrupados en el "Mirador del Lucero y Lucerillo", descansamos unos minutos y continuamos el regreso hacia el Puerto de Cómpeta.


Jose Manuel con el deseo satisfecho de subida al Lucero.

16.44 horas. Puerto de Cómpeta (altitud 1.409 metros).


El grupo junto a la Cantera del Puerto de Cómpeta.

Durante el descenso hacia los coches, Nina comienza a decir que le llega un agradable aroma a coco. "La causante" es la aulaga que desprende un olor suave a coco y vainilla, y se lo hago saber.


Aulaga morisca. Ulex parviflorus.

También podemos apreciar el magnífico aroma de la lavanda, sobre todo al frotarla con los dedos.


Lavanda. Lavandula angustifolia.

17.12 horas. Puerto Blanquillo (altitud 1.225 metros). Iniciamos el camino de vuelta en coche por la pista forestal que tiene un recorrido de 10 kilómetros que se hacen, despacio, en 50 minutos.


Pista forestal del Lucero.


Perfil de la ruta.


Recorrido total: 11.460 metros.
Tiempo total: 6 horas.
Desnivel: 750 metros.
Dureza: media.


Track de la ruta.