miércoles, 23 de febrero de 2011

La Peña Negra. Sierra del Co. 22 de enero de 2011.



Comentarios: Antonio Arana.

Fotografías: Alejandro, Rafa y Antonio.

Desde hace muchos años me ha llamado la atención una pequeña sierra situada al final de la parte occidental de la Sierra de Camarolo: la llamada Sierra del Co. Y no sólo porque se alza de forma majestuosa sino también por el propio nombre. En documentos del Repartimiento de Comares de los siglos XV y XVI aparece como Sierra del Cobdo. No tengo conocimientos de toponimia pero sí conozco bien la Comarca de la Axarquía y sus sierras. La carretera que desde Alfarnate se dirige al Puerto de las Pedrizas y continúa hasta Villanueva del Rosario, buscando el Puerto de los Alazores, hace una curva en forma de "codo" compuesto por el Cerro Prieto (peteneciente a la Sierra de las Cabras) y la Sierra del Co. La imaginación es libre y a riesgo de equivocarme podría haber una relación entre las palabras "cobdo", "co" y el posible significado "codo". Que me perdonen los expertos pero lo único que intento es plasmar mi impresión personal sobre dicho nombre.

En cuanto al nombre de Peña Negra no me veo capacitado para opinar pues pertenece al Arco Calizo Central y está formada por calizas jurásicas. Es decir, su color es gris claro y no negro.

La Peña Negra está formada por dos picos, uno al noreste (altitud 1.337 metros) y, el otro, al suroeste (altitud 1.353 metros). Ambos están separados por un collado a 1.300 metros de altitud. Esta montaña puede ascenderse por la parte sur y, también, por la parte norte. Nosotros hemos decidido ascender por el norte el primer pico, bajar al collado, subir el segundo pico y realizar el descenso por el sur. De esta forma el recorrido es circular y bastante más completo para poder hacernos una idea más real de lo que es esta preciosa sierra. Desde el collado se extiende una larga pedrera descendiendo de forma impetuosa hacia el noroeste. Podría ser otra alternativa, aunque creo que hemos elegido la mejor ruta. Hemos subido estas cumbres en cinco ocasiones desde el año 1995. Hoy será la sexta si todo sale bien.


Peña Negra.

A las 9 de la mañana nos encontramos frente a nuestra montaña. Los primeros rayos del sol acarician con tibieza las tierras colindantes lamiendo progresivamente su base rocosa. Si observamos la fotografía, rodearemos la peña por la parte derecha (este) hasta llegar a la parte de atrás de la misma por donde ascenderemos. Coronaremos los dos picos visibles y realizaremos el descenso por la suave y engañosa pendiente de la izquierda (suroeste) hacia los coches que dejaremos en el km 547.5 de la carretera A 4.152 que se dirige desde Colmenar a Alfarnate, al pie de la montaña.


El grupo en el km 547.5.

El cielo está nuboso de forma moderada pero hace un frío que pela. Iniciamos la marcha bordeando la peña como ya dije antes por el este. Nos detenemos para observar una larguísima y estrecha grieta en la parte sur de la montaña. He visto hacer escalada por ella a un grupo hasta la misma cumbre. Son personas hechas de una madera noble y diferente, a las cuales admiro.


Grieta de escalada.

Atravesamos pequeños y herbosos prados entre retamas y lirios silvestres.


Iniciando la marcha.

Debemos andar con cuidado por algunas pedreras que se interponen en nuestro camino, dirigiéndonos hacia un peñasco piramidal en línea recta con el Cortijo del Mimbre que se encuentra al este.


Atravesando distintas pedreras.

Sorteamos una cerca metálica por una puerta y saltamos poco después una alambrada que, afortunadamente, no tiene una línea superior de alambre de espino como tantas otras encontradas en otras rutas.


Alambrada. Al fondo, Casabermeja.

Pasamos junto a bellos ejemplares de hierba doncella y lirio silvestre.


Hierba doncella. Vinca major.


Lirio silvestre. Iris planifolia.

Una vez en la parte norte de la Peña Negra llegamos a una alambrada que ya no es necesario atravesar. Volvemos la mirada al sur para contemplar el macizo rocoso impresionante que debemos ascender vigilados de cerca por una hembra de cabra montés.


Cara norte de la Peña Negra.

Son 130 metros de altitud con un fuerte ascenso entre rocas para llegar al pico noreste.


Ascenso por la cara norte.

Llegamos a la cresta del primer pico. Volvemos la vista hacia atrás y podemos contemplar las últimas montañas de la cadena de la Sierra de Camarolos: Morrón de Gragea, Sierra del Enebral y Realengo.


En la cresta del primer pico.

En esta primera cumbre no hay vértice geodésico del Instituto Geográfico Nacional ni tan siquiera un monolito de piedra. Sería difícil encontrar piedras de pequeño tamaño entre las enormes rocas existentes en ella.


Cumbre del primer pico. Detrás, el pico noroeste.


No hay dudas de dónde está la belleza en esta fotografía.

En el cielo van apareciendo nubes aborregadas (cirrocúmulos). Son nubes que tradicionalmente preceden a las tormentas. Espero que nos dé tiempo a terminar la ruta antes de que llueva. La roca mojada no es la mejor amiga del montañero.


En la cumbre del pico noreste.

Descendemos ahora hacia el collado entre los dos picos. Hay que cruzar otra alambrada aunque esta vez lo hacemos por debajo porque está deteriorada.


Descendiendo del pico noreste.


En el collado entre los dos picos (altitud 1.300 metros).

El ascenso al segundo pico se ve difícil desde el collado aunque sólo nos separan de él unos 55 metros de altitud. Afortunadamente la roca está seca y las botas se adaptan bien a ella. Encontramos otra cerca más aunque ésta es fácil de traspasar. Estoy en contra de ponerle "puertas" al campo. Y me viene a la memoria un poema escrito por Marcos Ana, un republicano encarcelado en España en 1939 que permaneció durante 23 años ininterrumpidos en prisión. En ella escribió el siguiente canto de libertad:

Mi casa y mi corazón
(sueño de libertad)

"Si salgo un día a la vida
mi casa no tendrá llaves:
siempre abierta, como el mar,
el sol y el aire.

Que entren la noche y el día,
y la lluvia azul, la tarde,
el rojo pan de la aurora;
la luna, mi dulce amante.

Que la amistad no detenga
sus pasos en mis umbrales,
ni la golondrina el vuelo,
ni el amor sus labios. Nadie.

Mi casa y mi corazón
nunca cerrados: que pasen
los pájaros, los amigos,
el sol y el aire".

He tenido la gran suerte de conocerlo personalmente y hablar con él.


Ascendiendo al pico suroeste.


Mirada al vacío.

En unas dos horas y media desde el inicio de la ruta nos encontramos en la cumbre del pico suroeste de la Peña Negra. En ella hay un buzón de montaña aunque las notas que han dejado los montañeros que han subido a este pico se encuentran muy deterioradas porque le ha entrado agua al buzón.


Cumbre del pico suroeste de la Peña Negra.


Con Pepe, mi inseparable compañero de montañismo.

Nos movemos por la zona contemplando el paisaje a los cuatro vientos. Por cierto, viento frío que obliga algunos a resguardarse entre las rocas.


Explorando la cumbre de la Peña Negra.

Poco después cresteamos hacia el oeste iniciando el camino hacia los coches. Al frente, se abre un paisaje en el que destaca la Sierra de las Cabras, el Torcal de Antequera y el Camorro Alto en la Sierra de Chimeneas.


Por la cresta.

Durante el descenso encontramos bellos rincones que ponen un toque de color verde entre la caliza.


Pepe con Inma y Bea.

Y en el manto verde emergen pinceladas de color morado en forma de lirios.


Maravillas de la naturaleza.

También, entre las grietas de las rocas, la flora busca su hábitat como le ocurre a la Doradilla o té de sierra.


Doradilla. Ceterach officinarum.

El descenso no es precisamente un paseo. Hay que salvar pasos difíciles entre rocas. En el terreno hay muchas raíces que entorpecen la marcha y nos hacen tropezar una y otra vez.


Descendiendo entre rocas.

Alejandro cae entre unos arbustos cuyas ramas lo atrapan impidiéndole levantarse. Parece una cucaracha amarilla boca arriba.


La "cucaracha" atrapada.

Tras cuatro horas y media de ruta y con un recorrido total de 5 kilómetros, llegamos a los coches. Son las dos y media de la tarde y desde la última cumbre he reservado una mesa en la Casona de los Moriscos, en la carretera de Colmenar. Así que llevamos el doble estímulo de la ruta realizada sin ningún percance y de los manjares que nos esperan en breve.


Casona de los Moriscos.


Track de la ruta.


Perfil de la ruta.


Recorrido: 5 kilómetros.
Desnivel de ascenso: 600 metros.
Desnivel de descenso: 600 metros.
Tiempo total: 4 horas y 30 minutos.
Dureza: media.

No hay comentarios: