jueves, 28 de agosto de 2014

Cueva del Lobo Marino. Nerja. Domingo, 10 de agosto de 2014.

Comentarios:   Antonio Arana
Fotografías:   Juanlu, Javi y Antonio

Hoy hemos decidido remar un poco en kayacs y piraguas por los acantilados de Nerja-Maro y, de paso, darnos un baño en la playa subterránea existente en la Cueva del Lobo Marino.

Descargamos nuestros "barcos" en la playa de Burriana, en Nerja.




Iniciamos el recorrido hacia el este, bordeando los acantilados hasta acercarnos a la boca de la Cueva del Lobo Marino.









El mar está en calma hoy y nos costará trabajo ascender a la boca de la cueva porque es más fácil ayudarnos de las olas (aunque la situación es más peligrosa) para cogernos a las estriadas rocas y trepar por ellas para salir del agua. Y es que hay una concavidad bajo el suelo de la cueva que no permite el apoyo de los pies para ascender. Por este motivo, Juanlu y Javi han elaborado una pequeña escala de cuerda y han venido cargados de material de anclaje de escalada para facilitar la labor al grupo. Aunque, tras múltiples intentos, nos percatamos de que la escala no nos sirve porque al intentar trepar por ella lo que hacemos es empujarla hacia la concavidad acuática.



Mientras le damos vueltas a la cabeza para encontrar el mejor medio de subida, hacemos un poco de "brazos" por los alrededores.



Hoy es domingo y en un rato habrá un montón de grupos de piragüistas haciendo la ruta de los acantilados así que se nos ocurre la idea de acercarnos todo lo posible a la entrada de la cueva, ponernos en pie en los kayacs y entrar en ella, mientras Juanlu permanece en el agua para ayudarnos a introducir cada uno de los kayacs y piraguas en la cueva.









Los rezagados se van aproximando, poco a poco, para el desembarco.


Ánimo Miguel.


Vamos Fernando... es tu turno.

Y ya sólo falta Juanlu que está prácticamente agotado porque ha permanecido todo el tiempo en el agua empujando cada embarcación hacia arriba con un sobre esfuerzo invalorable.
 

Juanlu.



Y, con el deber cumplido, iniciamos el recorrido de la cueva mientras uno de los múltiples grupos de piragüistas no acaba de creerse que hayamos metido todos los kayacs y piraguas en ella.



Múltiples ventanas naturales se abren en el rocoso suelo de la cueva, a través de las cuales podemos observar el maravilloso color del agua.



Unos 100 metros nos separan de la playa subterránea. El recorrido no tiene problemas: siempre hacia adelante y a la izquierda. Tan sólo puede haber algún pequeño despiste metiéndonos por alguna galería sin salida para regresar de nuevo a nuestro camino.

Tras unos quince minutos de recorrido llegamos a la playa subterránea. Se puede bucear por ella, bajo la roca, por un pasillo al fondo del cual puede verse el reflejo del agua recibiendo los rayos del sol pero no sabemos la distancia existente hasta alcanzar la superficie para poder respirar y no lo hacemos. 


Playa subterránea.

Cualquier lugar vale para un achuchón ¿eh... tortolitos?
 





Regresamos a la boca de la cueva y realizamos la operación de bajada de las embarcaciones para remar un rato rodeando los preciosos acantilados.

 







Y vamos a dedicar la última foto a Javi que se nos hace "mayor de edad" dentro de unos días.



FELICIDADES Javi de parte de todo el grupo. Podemos ver que ya has recibido el regalo...

Y el almuerzo lo haremos en el Bar Benito de Algarrobo porque en Nerja debe haber un millón de "criaturitas" buscando aparcamiento para bañarse en la playa y comer en cualquiera de los múltiples chiringuitos. Preferimos un ambiente más tranquilo...

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