Comentarios: Antonio Arana.
El domingo 31 de mayo, cumpliendo la promesa dada en Sierra Nevada en la ruta anterior de que la próxima sería a O metros a nivel del mar, nos vamos a los Acantilados de Maro. Desayunamos en la terraza del Hotel de Maro, abierta temprano, unas estupendas tostadas con aceite de oliva de nuestra tierra y tomate acompañadas de un estimulante café.
Lugar de encuentro en el aparcamiento del hospital de Vélez.
Hotel de Maro.
El descenso lo hacemos atravesando la carretera nacional hacia el norte, cogiendo un carril que hace una curva de 180º para dirigirnos directamente hacia la Playa de Cantarriján por el barranco del mismo nombre. Es bonito andar junto a las cañaveras "Arundo donax", zanahorias "Daucus carota", gayomba "spartium junceum", adelfas "nerium oleander"...
Carril hacia la Playa de Cantarriján.
Zanahoria.
Por el Barranco de Cantarriján.
Barranco de Cantarriján.
Vereda hacia "el mirador".
Un descanso en la vereda.
Nuestro primer hito es ahora dejar la vereda que llevamos y ascender a nuestra derecha por otra vereda rocosa directamente hacia la parte este del Cerro Caleta. La subida es empinada obligando a detenernos para recuperar el aliento alguna que otra vez. Llegamos a un pequeño collado a mitad de camino, con una caída vertical de vértigo, desde el que ya podemos observar la Torre Caleta nuestro próximo hito tras coronar la cumbre del pico.
Torre Caleta (abajo) desde el collado.
Continuamos el ascenso hacia la cumbre encontrando, de vez en cuando, alguna ropa y zapatillas de deporte pertenecientes a marroquíes que han llegado a estas playas en patera y se han guarecido en este cerro para, desde aquí, dirigirse a otros lugares donde iniciar una nueva vida.
La Patera
Maldita cuna no mecida
por la mano de mi madre.
Hermanos que muriendo
del lugar donde se nace,
viven su destino, aún incierto,
en esta danza.
Cielo llorando estrellas
porque la luna no sale.
¡Ay, noche!, la más oscura,
caravana de almas sin alba.
Silencio roto por gritos
que mudos de miedo yacen.
Hégira perseguida
de azules siniestras montañas.
Ataúd de seres sediento.
Pozo de muerte insaciable.
Guernica de grises fusiles
al acecho en negra playa.
Y en tu vientre, semilla tierna.
Madera siempre moldeable
al embate del viento blanco.
Carcoma que come esperanza.
Cerca de la cumbre.
Bueno... no es exactamente una ruta a nivel del mar...
En la cumbre.
Cumbre del Cerro Caleta.
Papilio machaon. Cumbre del Cerro Caleta.
Torre Caleta.
Junto a la Torre Caleta.
Junto a la Torre Caleta. Al fondo, Playa de Cantarriján.
Playa de las Doncellas.
Ninita y Jose en la piragua.
Descenso a la Playa de las Doncellas.
Llegando a la playa.
Playa de las Doncellas.
Y ahora, a disfrutar...
con la piragua...
...aunque, a veces, sea inevitable el chapuzón...
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