domingo, 6 de septiembre de 2009

Acantilados de Maro. Cerro Caleta. 31 de mayo de 2009.

Comentarios: Antonio Arana.

El domingo 31 de mayo, cumpliendo la promesa dada en Sierra Nevada en la ruta anterior de que la próxima sería a O metros a nivel del mar, nos vamos a los Acantilados de Maro. Desayunamos en la terraza del Hotel de Maro, abierta temprano, unas estupendas tostadas con aceite de oliva de nuestra tierra y tomate acompañadas de un estimulante café.


Lugar de encuentro en el aparcamiento del hospital de Vélez.

Hotel de Maro.

A las 9.30 horas nos encontramos al inicio del Barranco de Cantarriján donde aparcamos los coches. Está prohibido por la Dirección del Parque Natural bajar por el carril a la Playa del Cañuelo con los vehículos. Desde este punto hay un servicio continuo de microbuses al respecto. De todas formas, Fernando baja con su coche para dejar la piragua en la playa y los niños irán en ella con parte de la intendencia directamente a la Playa Caleta o de las Doncellas. Los demás bajaremos por el Barranco de Cantarriján, ascenderemos el Cerro Caleta, visitaremos la Torre Caleta y nos encontraremos con los niños en la playa. Por supuesto que Fernando regresa con su coche hasta el lugar de aparcamiento permitido.

El descenso lo hacemos atravesando la carretera nacional hacia el norte, cogiendo un carril que hace una curva de 180º para dirigirnos directamente hacia la Playa de Cantarriján por el barranco del mismo nombre. Es bonito andar junto a las cañaveras "Arundo donax", zanahorias "Daucus carota", gayomba "spartium junceum", adelfas "nerium oleander"...


Carril hacia la Playa de Cantarriján.



Zanahoria.


Por el Barranco de Cantarriján.

Existe, paralelo al barranco un carril que desciende hasta la misma playa pero es mucho más atractivo bajar por el mismo cauce del arroyo sorteando obstáculos y al amparo de la fresca sombra de la vegetación que nos rodea y, a veces, nos cubre.


Barranco de Cantarriján.

Cerca de la playa, a nuestra derecha, se inicia una vereda señalada con un monolito de piedras y una señalización de "pequeño recorrido". A unos cientos de metros llegamos a un "mirador" desde el que la Playa de Cantarriján se muestra en todo su esplendor, impregnándonos por primera vez de la visión de los Acantilados de Maro.


Vereda hacia "el mirador".

Playa de Cantarriján desde "el mirador".

Un descanso en la vereda.

Nuestro primer hito es ahora dejar la vereda que llevamos y ascender a nuestra derecha por otra vereda rocosa directamente hacia la parte este del Cerro Caleta. La subida es empinada obligando a detenernos para recuperar el aliento alguna que otra vez. Llegamos a un pequeño collado a mitad de camino, con una caída vertical de vértigo, desde el que ya podemos observar la Torre Caleta nuestro próximo hito tras coronar la cumbre del pico.

Cerro Caleta.

Torre Caleta (abajo) desde el collado.

Continuamos el ascenso hacia la cumbre encontrando, de vez en cuando, alguna ropa y zapatillas de deporte pertenecientes a marroquíes que han llegado a estas playas en patera y se han guarecido en este cerro para, desde aquí, dirigirse a otros lugares donde iniciar una nueva vida.


La Patera

Maldita cuna no mecida

por la mano de mi madre.

Sostenida en el abismo
del terror y la añoranza.

Hermanos que muriendo

del lugar donde se nace,

viven su destino, aún incierto,

en esta danza.


Cielo llorando estrellas

porque la luna no sale.

¡Ay, noche!, la más oscura,

caravana de almas sin alba.

Silencio roto por gritos

que mudos de miedo yacen.

Hégira perseguida

de azules siniestras montañas.

Ataúd de seres sediento.

Pozo de muerte insaciable.

Guernica de grises fusiles

al acecho en negra playa.

Y en tu vientre, semilla tierna.

Madera siempre moldeable

al embate del viento blanco.

Carcoma que come esperanza.


Cerca de la cumbre.

Bueno... no es exactamente una ruta a nivel del mar...


En la cumbre.


Cumbre del Cerro Caleta.


Papilio machaon. Cumbre del Cerro Caleta.

Iniciamos el descenso hacia la torre vigía conocida como Torre Caleta. Desde ella ya podemos contemplar nuestro objetivo final que es la Playa de las Doncellas. Y en ella podemos ver a nuestros cachorros disfrutando con la piragua.

Torre Caleta.


Junto a la Torre Caleta.


Junto a la Torre Caleta. Al fondo, Playa de Cantarriján.


Playa de las Doncellas.


Ninita y Jose en la piragua.

Descenso a la Playa de las Doncellas.


Llegando a la playa.


Playa de las Doncellas.


Y ahora, a disfrutar...

con la piragua...


...aunque, a veces, sea inevitable el chapuzón...

...y la gastronomía.

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