Fotografías: Antonio Arana.
La Mesa de Zalia o Salia, es una meseta elevada que se encuentra situada a unos 2.5 km al sur del Boquete de Zafarraya, uno de los pasos naturales existentes entre las provincias de Málaga y Granada.
La altiplanicie tiene unas dimensiones aproximadas de 1.300 ms x 750 ms. Su máxima altitud es de 952 ms, en su parte norte; y la altitud mínima de 825 ms, en su parte sur. El desnivel ascendido es de sólo 108 metros. Su recorrido es circular y se realiza en apenas 2 horas, como siempre, disfrutando de la botánica, la fauna y la riqueza paisajística. Nosotros comenzamos la ruta a las 15.30 horas y la finalizamos a las 17.30 horas.
Mesa de Zalia.
Lirio silvestre (Iris planifolia).Desde su máxima altitud (no es una meseta totalmente llana) puede contemplarse el maravilloso puerto natural del Boquete de Zafarraya.
Boquete de Zafarraya y Cerro Puerto.La vista hacia el este choca con la majestuosa Sierra Tejeda con el Pico de la Maroma, la máxima altitud de la provincia malagueña con sus 2.068 ms.
Sierra Tejeda. 
Sierra Tejeda. 
Mesa de Zalia, vista hacia el sur.Al sur de la Mesa se observa el pequeño morrón conocido como Picacho de la Sierra del Toril donde se encuentra la cruz colocada tras la Guerra Civil.
Cuenta una leyenda que aquí existió una antiquísima ciudad, que algunos autores la hacen corresponder con la famosa Odyscia, escenario de las aventuras de Ulises, durante los viajes que realizó por nuestras costas tras la guerra de Troya. Hay quien afirma que la ninfa Calypso retuvo con sus encantos al rey de Itaca en estos lugares.
Otra versión, es la que afirma que en esta zona estaba ubicada la ciudad de Tágara.
Otra leyenda, ésta de origen cristiano, relata el final de la ciudad de Zalia acaecido después del segundo viaje de Patricio, obispo de Málaga a Zalia para convertir a sus gentes al cristianismo. Como no logró su conversión, se produjo un terremoto como castigo divino que abrió el suelo de donde salían víboras que mordían a los habitantes de Zalia los cuales tuvieron que abandonarla antes de morir por el veneno de la plaga de serpientes.
Cruz en el Picacho de la Sierra del Toril. 
Maravillas de la naturaleza en la Mesa de Zalia.
Junto a la cruz. Con Juanlu y Pepe. Podemos observar una egagrópila que consiste en bolas formadas por restos de alimentos no digeridos que algunas aves regurgitan. Normalmente contienen huesos o pelo. Siempre que hemos ascendido a la Mesa de Zalia hemos tenido la oportunidad de verlas en esta zona en cuyos cortados se posan las rapaces.
Egagrópila.
Ladera este de la Mesa de Zalia. A lo lejos, Cerro Puerto.Las paredes de algunas oquedades presentan preciosas vetas minerales formando maravillosos dibujos en las rocas.
Maravillas naturales.Encontramos una pequeña cueva, verdadero refugio ante las inclemencias meteorológicas.
Cueva. 
Encina en la ladera norte.
Charca en la ladera norte.Junto a las ruínas del Cortijo del Collado dejamos aparcado el coche. Desde esta zona podemos apreciar, al norte, el macizo montañoso de la Umbría u Hoyo del Toro, el Boquete de Zafarraya y el Morrón de la Cuna, a la derecha, formado por el Tajo de la Cuna y Cerro Puerto.
Cortijo del Collado.
Tajo de la Cuna y Cerro Puerto (a la derecha).
Boquete de Zafarraya, entre la Umbría y el Tajo de la Cuna.En el farallón que observamos en la parte izquierda de la fotografía anterior, perteneciente a la Umbría, se encuentra la Cueva del Boquete de Zafarraya, a unos 1.100 ms de altitud, descubierta en 1979, donde fueron encontrados los primeros restos de Neanderthal: un fémur, en 1982, y una mandíbula humana, en 1983. Estos huesos humanos son la mejor evidencia de canibalismo practicado por los neandertalenses en Eurasia. La Cueva del Boquete de Zafarraya es el yacimiento de la Península Ibérica que mayor número de restos neandertalenses ha proporcionado.
Boquete de Zafarraya al atardecer.
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